Cuando la recuperación se convierte en un llamado: La historia de Bianca
Bianca conoce el mundo de la atención médica pediátrica desde dos perspectivas muy diferentes: como expaciente, y ahora, como profesional de la salud.
Hoy, a sus 34 años, trabaja con niños que pasan por situaciones que ella misma vivió. Su trayectoria, marcada por la resiliencia y la determinación, es una poderosa fuente de inspiración.
Una historia de esperanza y atención desde los primeros días.
Bianca tenía solo 10 días cuando el Dr. François Fassier, MD, la vio por primera vez. El diagnóstico: displasia congénita bilateral de la cadera La primera cirugía de Bianca fue cuando tenía solo 2 meses. Cuando cumplió 2 años, ya había sido operada cinco veces.
A pesar de estos comienzos difíciles, Bianca disfrutó de una infancia relativamente normal hasta la adolescencia. A los 15 años, tuvo una dislocación completa de la cadera derecha, y así llegó al Hospital Shriners para Niños de Canadá, donde se sometió a dos cirugíasadicionales.
“No era como estar en un hospital. Allí estaban los Shriners, los payasos, los enfermeros, y todo el personal de apoyo que siempre estuvo allí para hablar con nosotros y tranquilizarnos. ¡Se sentía como estar en familia!” comentó.
No era como estar en un hospital. Era como estar en familia.
Cuando la atención se convierte en una vocación
Siempre animada por el Dr. Fassier, que creía en su potencial, Bianca comenzó a estudiar terapia respiratoria. Es un programa que dura tres años, y a ella le llevó ocho: se vio interrumpida por dos cirugías importantes, dos reemplazos de cadera y un persistente dolor crónico.
“La gente me decía que no iba a poder, que no puedo correr para responder a los códigos de emergencia... pero seguí adelante”, dijo Bianca.
Su batalla se hizo aún más difícil porque su afección no es visible a nivel físico. Sufrió acoso y falta de comprensión por parte de aquellos que no podían ver su dolor. Aún así, ella nunca se rindió.
Bianca, de bebé, con yesos en la cadera.
Cerrando el ciclo: De paciente a colega
Bianca obtuvo su título y trabajó por un tiempo en el Hospital Pediátrico de Montreal. Pero el dolor constante la obligó a tomar un descanso, aunque extrañaba profundamente trabajar en pediatría.
Los doctores Thomas Engelhardt, MD, Ph.D., Thierry E. Benaroch, MD, FRCS(C), (anestesista pediátrico y jefe de personal) y Caroline Shaw, MPA, BScN, RN, CPN, enfermera jefa de quirófano, Bianca se incorporó oficialmente al equipo del Hospital Shriners para Niños de Canadá a principios de 2025.
“Ya han pasado casi seis meses y me encanta”, dijo.
Una misión sincera, día tras día
Hoy, Bianca apoya a pacientes jóvenes que enfrentan los mismos desafíos que ella alguna vez enfrentó. Ella comprende su miedo, su dolor y su ansiedad, y su servicio va más allá de la mera atención médica: ella presta un oído y le demuestra a los pacientes que hay esperanza.
Ahora se realiza controles anuales regulares y está bien. Ha encontrado un equilibrio entre cuidar su propia salud y seguir su pasión de ayudar a los demás.
Le preguntamos qué mensaje compartiría con los pacientes jóvenes, y sus palabras son claras y contundentes: “Haz lo que quieras hacer. Nadie decidir por ti. Si tú sabes que eres capaz, hazlo. No te dejes desanimar. Utiliza los recursos que tengas a tu disposición, involucra a tu familia y, sobre todo, no pierdas la esperanza”.
Hoy, Bianca es ejemplo de esperanza y resiliencia en el Hospital Shriners para Niños de Canadá, el mismo lugar que la ayudó a cambiar su vida. Y al cuidar de los pacientes, continúa con la misión de Shriners Children's: brindar atención compasiva y de alta calidad, para que todos los niños tengan la oportunidad de mirar hacia un futuro más brillante.
Bianca y el Dr. Benaroch hacen una figura de corazón con sus manos.