El Dr. Gordon ofreció dos opciones de tratamiento: fisioterapia o cirugía. La familia decidió optar primero por la vía no quirúrgica. Sin embargo, el dolor persistía, y Jayden decidió que ya era suficiente: Ella quería ir a cirugía.
“La cirugía correctiva implica cortar el hueso por la parte media y revertir la torsión. Se coloca una varilla dentro del hueso para mantenerlo alineado mientras se recupera”, dijo el Dr. Gordon.
La cirugía ocurrió el día de Halloween de 2018. Para principios de 2019, ya podía dar pasos sin utilizar andador ni muletas.
“Fue la experiencia más dolorosa de mi vida. Fue difícil aprender a caminar de nuevo”, dijo Jayden.
Ella atravesó semejante dolor con el objetivo de algún día poder caminar sin el dolor crónico que la había acompañado por años.
“Ayudar a Jayden a volver a aprender a caminar fue desgarrador para mí como su madre, pero ver su determinación de superar el dolor y llegar a una vida sin dolor hizo que todo el proceso valiera la pena. Verla vivir su vida diaria y poder hacer las cosas de todos los días, que otras personas dan por sentado, sin dolor, le ha cambiado la vida no solo a ella, sino a toda la familia”, dijo Crystal, su mamá. “Estamos eternamente agradecidos y tenemos una gran deuda con el Hospital Shriners para Niños por el increíble personal que tienen y el trato que recibimos, y por darle a nuestra hija el regalo invaluable de vivir el resto de su vida sin dolor”.
“Si no se trata, la consecuencia es que el niño seguirá girando los pies hacia adentro cuando camina, y esto generará que se tropiece al practicar deportes y realizar otras actividades. “Los pacientes con aversión femoral también desarrollan dolor en la parte anterior de la rodilla con una tasa ligeramente mayor”, dijo el Dr. Gordon.
Hoy, Jayden es estudiante de segundo año en la Universidad Ball State, donde estudia periodismo y escritura creativa. Actualmente es editora asociada de opinión en el periódico estudiantil The Daily. Como tal, publicó un artículo, titulado El precio de sanar, sobre lo agradecida que estaba su familia de haber descubierto el Hospital Shriners para Niños de St. Louis.
“Me encantó el hospital. Todo el personal fue muy amable, fueron maravillosos Hasta se aseguraron de mantener entretenido a mi hermanito, que estaba conmigo”.
Jayden es una joven adulta que sueña con dedicarse a escribir. Tiene este consejo para dar a otros pacientes: “Es tu cuerpo, y si tienes la oportunidad de deshacerte del dolor intenso que tienes, yo diría que avances. Yo no sé dónde estaría si no me hubiera realizado la cirugía. Ten confianza en tu decisión: ¡adelante!”.