Adolescente del norte de California comparte su trayectoria hacia la atención de la parálisis cerebral y la escoliosis

Desde que tiene memoria, Tessa ha sido paciente del Hospital Shriners para Niños Northern California. Tessa nació prematura a las 27 semanas.

Los médicos siguieron de cerca su evolución. Cuando era pequeña, su pediatra observó que no alcanzaba sus hitos de desarrollo y caminaba lento. El pediatra de Tessa la derivó a Shriners Children's, preocupado porque algunos de los signos que mostraba indicaban parálisis cerebral (PC).

Parálisis cerebral es el término general aplicado a varias afecciones que pueden derivar de un trastorno del desarrollo del cerebro. La PC afecta el tono muscular, el movimiento y la coordinación. Para Tessa, esto hacía difícil controlar algunos de los movimientos de su cuerpo. Sus pies apuntaban hacia adentro, lo que dificultaba su caminata. Las actividades cotidianas como hablar, pararse o sentarse pueden ser un desafío para los niños con PC, y pueden tener afecciones asociadas relacionadas con la cognición, el habla, la visión, la audición, problemas respiratorios o dificultad para comer y deglución.

Buscando apoyo

Shriners Children's comenzó a trabajar con Tessa de inmediato. Para ayudarse a caminar, comenzó con plantillas ortopédicas y luego un dispositivo ortopédico para su pierna, y finalmente tuvo cirugía de pierna en quinto grado. Después de su cirugía, Tessa tuvo que practicar caminar con la ayuda de la fisioterapia (PT). Le encantaba la PT por los desafíos, tanto buenos como malos.

“Los fisioterapeutas trabajan conmigo y siempre me explicaron el proceso, avanzando a mi propio ritmo y haciéndome hacer cosas que podrían ser dolorosas”, dijo. "No creo que pueda recibir un mejor tratamiento que el que me han dado".

Estudio del movimiento

Un aspecto adicional del plan de tratamiento de Tessa implicaba un estudio del movimiento para analizar su forma de caminar.

Durante un estudio del movimiento, los ingenieros recopilan información relacionada con el movimiento de su hijo, su actividad muscular y las fuerzas que usa su cuerpo para moverse. La utilización de cámaras infrarrojas montadas en una sala grande hace posible que se registren los movimientos del niño y que se muestren virtualmente mientras los pacientes caminan por una pasarela o atraviesa una plataforma de fuerza especial o se paran sobre esta. La información se recopila y se traduce en una animación 3-D que permite al equipo analizar el movimiento del paciente.