Aubree es una chica enérgica de 14 años que tuvo una lesión deportiva en diciembre de 2024 y tuvo que alejarse temporalmente del deporte que ama: las carreras de micro sprint cars.
Sin embargo, gracias a la atención individualizada del Hospital Shriners para Niños de Filadelfia, volverá a competir (y a ganar) en un abrir y cerrar de ojos.
Todo comenzó en la clase de gimnasia cuando Aubree estaba jugando al vóleibol. Se dislocó el codo y, como consecuencia, tuvo que asistir a fisioterapia. El dolor disminuyó temporalmente, pero a partir de ahí, experimentó un dolor nervioso insoportable y persistente.
Fue a más sesiones de fisioterapia y usó una férula en el brazo. Después de unas semanas, a Aubree le dijeron que no había nada más que se pudiera hacer para aliviar su dolor de codo, por lo que le dieron permiso ara retomar sus actividades normales.
Unos meses más tarde, mientras Aubree conducía a toda velocidad, de repente sintió entumecimiento en el brazo, hormigueo en los dedos y mucho dolor, una sensación que recordaba demasiado bien. Se determinó que el movimiento que tenía que hacer para girar el volante reavivaba el dolor nervioso. Aubree y su familia sabían que, tras este incidente, era hora de buscar atención en un nuevo centro para obtener una segunda opinión médica y tratamiento.
Después de investigar varios hospitales en el área de Filadelfia, lograron obtener la cita más próxima en el Hospital Shriners para Niños de Filadelfia. Llamaron un lunes y pudieron ver a uno de nuestros médicos el viernes.
Aubree y su equipo médico decidieron que la cirugía de nervios era la mejor manera de aliviar el dolor en su brazo. El Dr. Eugene Park, MD, médico que atendió a Aubree en Shiners Children's, dijo “De inmediato me di cuenta de que tenía un fuerte espíritu de luchadora. Y su familia siempre estuvo para apoyarla, todos juntos. Queríamos hacer todo lo posible para que volviera a hacer las cosas que le gustaban.
Con respecto al Dr. Park, el padre de Aubree, Tim, dijo: “¡Era genial!”. Él también miró su dedo lastimado, que casualmente era una lesión no relacionada con el caso. Se tomó el tiempo de explicárselo, aunque no tenía nada que ver con su lesión en el codo. Tim también dijo que todo el personal del Hospital Shriners para Niños, incluyendo enfermeras, recepcionistas y demás empleados, fueron muy cálidos y los hicieron sentir cómodos y merecedores de estar allí.