La relación entre la atención del cuello y la cadera del bebé en el Hospital Shriners para Niños de Erie
Makayla llevó al pediatra a su hija de 2 meses, Brynlee, porque no podía girar la cabeza hacia la derecha. No esperaba que nada grave saliera de esa consulta.
Pero, cuando le diagnosticaron a Brynlee tortícolis y las refireron al Hospital Shriners para Niños de Erie para una evaluación más profunda, Makayla se enteró de que la tortícolis suele estar relacionada con mayor riesgo de displasia de cadera, algo que era desconocido para ella.
En el Hospital Shriners para Niños de Erie, Brynlee fue atendida por Allison DiPlacido, DNP, quien confirmó el diagnóstico de tortícolis y explicó que los bebés con esta afección tienen mayor riesgo de padecer afecciones en la cadera. La Dra. DiPlacido dijo que detectar la afección de forma temprana es importante para identificar afecciones ocultas como la displasia de cadera y para poder atender correctamente la tortícolis. “Con la detección y el tratamiento tempranos, observamos excelentes resultados y una sólida resolución de los síntomas”. La Dra. DiPlacido recomendó una prueba de imágenes para Brynlee y los resultados revelaron una dislocación completa de la cadera izquierda.
Brynlee entonces fue atendida por el Dr. Ozgur Dede, MD, director médico del Hospital Shriners para Niños de Erie. El Dr. Dede explicó que la tortícolis y la displasia de cadera son afecciones relacionadas que se desarrollan antes del nacimiento, por un espacio limitado en el útero. “Es importante evaluar en profundidad la cadera de todos los bebés a los que se diagnostica tortícolis muscular congénita”, dijo. Para detectar y tratar estos problemas de forma temprana, el Dr. Dede recomendó una ecografía de cadera a las 6 semanas de edad. “Con un enfoque coordinado y multidisciplinario entre pediatría, los servicios de terapia y la cirugía ortopédica, podemos gestionar ambas afecciones de manera efectiva y detectar a tiempo otros problemas sutiles del desarrollo”, agregó.
Aunque Makayla había oído hablar de la displasia de cadera, el diagnóstico de Brynlee la sorprendío, especialmente porque no mostraba síntomas. “Me sentí abrumada y con ganas de llorar”, dijo Makayla.
El equipo del Hospital Shriners para Niños de Erie calmó nuestros miedos, nos informó y nos apoyó en cada etapa.
En cuestión de semanas, se programó la cirugía de Brynlee. Se trató de una reducción abierta realizada por el Dr. Dede en el Hospital Pediátrico UPMC de Pittsburgh. Brynlee pasó solo una noche en el hospital. Luego, regresó a casa con un yeso en espiga para la cadera, que usó 11 semanas. El tiempo que llevó el yeso, el equipo de atención del Hospital Shriners para Niños de Erie ayudó a la familia a adaptarse, para que pudieran seguir su vida con la mayor normalidad posible.
Como parte del equipo de atención de Brynlee, la fisioterapeuta Teresa Emerson, PT, jugó un papel clave en el tratamiento de la tortícolis y ayudó a la familia a prepararse para la vida después de su cirugía de cadera. La terapia consistió en ejercicios de estiramiento y fortalecimiento del cuello, además de facilitar el desarrollo de habilidades de motricidad gruesa apropiadas para su edad.
Antes de la cirugía, la fisioterapeuta Emerson informó a la familia de Brynlee que el yeso en espiga de cadera que estaban por colocarle podría afectar su desarrollo y ofreció estrategias para adaptar el entorno del hogar, para que Brynlee siguiera participando de las actividades, en otras posiciones.
Después de la cirugía, Emerson se puso en contacto periódicamente para supervisar el progreso y brindar apoyo continuo. Como todos los proveedores de salud de Brynlee trabajan en el mismo lugar, la comunicación fue eficiente y coordinada, lo que permitió al equipo abordar las necesidades en tiempo real y aliviar la carga de múltiples citas para la familia. “Sentimos un apoyo total”, dijo Makayla. “Todo el personal de Shriners Children's Erie se portó de primer nivel. Siempre nos sentimos incluidos en el proceso de toma de decisiones, nos sentimos en las mejores manos”.
Brynlee, que ahora tiene 10 meses y ya no tiene el yeso, usa un aparato ortopédico 16 horas al día, que inmoviliza la cadera en la posición óptima para la recuración. Ella está creciendo con fuerza y está aprendiendo a gatear. A Brynlee también le encanta nadar y jugar al aire libre, y rapido se está poniendo al día con los hitos del desarrollo que se retrasaron por el uso del yeso.
Al reflexionar sobre la experiencia, Makayla se siente muy agradecida por la detección temprana, que permitió empezar todo. Lo que comenzó como una consulta porque Brynlee no podía girar la cabeza, llevó a un diagnóstico justo a tiempo para evitar complicaciones a largo plazo. “Estoy muy agradecida de que el Hospital Shriners para Niños de Erie realice pruebas de detección de displasia de cadera en bebés con tortícolis”, dijo. “Sin eso, probablemente no lo hubiéramos sabido hasta dentro de un par de años. Toman la iniciativa y responden, más allá de lo obvio”.
Gracias al equipo de atención colaborativa, la detección temprana, el tratamiento y la terapia, Brynlee ahora está prosperando. Makayla quiere tranquilizar a otros padres, haciéndoles saber que no están solos. “Sigan su instinto. Escuchen a los pediatras. Y hagan preguntas”, dijo. “Las evaluaciones tempranas pueden cambiar por completo el rumbo de la salud de su hijo”.