Cuando amainó la tormenta, Litzy, de 14 años, decidió salir al patio. Esa decisión terminaría cambiándole la vida.
Estaba viviendo con su familia en una habitación alquilada dentro de una fábrica de papel en Hidalgo, México. Litzy salió al patio de la fábrica justo cuando pasó la tormenta, y se dirigía a su escuela, cuando de repente se enredó en un cable eléctrico con corriente. Sufrió tales quemaduras por electricidad que debió quedar hospitalizada durante gran parte del año pasado, y debido a sus heridas perdió su brazo derecho.
Desde hace meses, Litzy es paciente del Hospital Shriners para Niños de Texas, donde recibe tratamiento para sus lesiones por quemaduras y se realiza fisioterapia. Aunque sus heridas le han cambiado la vida, su espíritu permanece intacto. A pesar de ser diestra, se ha adaptado a utilizar la mano izquierda para seguir expresando sus talentos artísticos. Tiene un don natural para el dibujo y la pintura, e incluso después del accidente, continúa cultivando su pasión por el arte. En Litzy brillan una enorme inteligencia, creatividad y gran sentido del humor, ayudándola a afrontar los desafíos diarios de la recuperación.
Según la maestra del hospital, Flor, una de las cosas a destacar de Litzy es su perfeccionismo, especialmente cuando se trata de su arte. Su atención al detalle y su impulso para hacer las cosas "perfectas" dan testimonio de su compromiso y determinación. Litzy se ha negado a que la pérdida de su brazo obstaculice su expresión creativa y ha demostrado una admirable capacidad de adaptación.