De superviviente de quemaduras a cirujano de quemaduras: Jason Heard, MD, fomenta la prevención de quemaduras

Un cirujano de quemaduras en el Hospital Shriners para Niños Northern California desearía haber sido más cuidadoso cuando era adolescente. El Dr. Jason Heard casi muere después de jugar con líquidos inflamables en su patio trasero con sus amigos de la infancia.

El Dr. Heard, ahora uno de los pocos sobrevivientes de quemaduras que ahora es cirujano de quemaduras, promueve la prevención y los avances en la atención, mientras trata a los pacientes en el Instituto Pediátrico de Quemaduras Neil Reitman en el Hospital Shriners para Niños Northern California. Es uno de los programas líderes del país, acreditado por la Asociación Estadounidense de Quemaduras y el Colegio Estadounidense de Cirujanos como centro pediátrico verificado para quemaduras, y es la ubicación más activa y destacada de la región para la atención pediátrica de quemaduras.

Durante la Semana Nacional de Prevención de Quemaduras, del 4 al 11 de febrero de 2024, el Dr. Heard anima a otras personas a ser conscientes de las quemaduras y comprender los peligros de manipular líquidos inflamables.

Casi muere en un incendio en un patio trasero

El Dr. Heard era un niño activo y curioso que, como muchos niños pequeños, sentía fascinación por el fuego.

Un día después de la escuela, cuando sus padres estaban en el trabajo, él y sus amigos encendieron una fogata en su patio trasero. A Heard se le ocurrió que quería hacer el fuego más grande. Fue al garaje, cogió gasolina para la cortadora de césped y la echó al fuego.

“Todavía recuerdo cómo una pequeña llama atrapó la punta de la lata de gasolina, y esa pequeña llama subió por el pico, luego toda la lata explotó mientras la sostenía”, dijo Heard. “Tenía 12 años y en unos instantes me ardía la cara, el torso, las manos y los brazos”.

"De alguna manera, recordé detenerme, tirarme y rodar, pero el fuego no se apagaba", continuó. “Subí corriendo a nuestra ducha. Casualmente pasaba un cartero cuando pasó todo esto y fue él quien entró, me quitó la camiseta y nos ayudó hasta que llegó la ambulancia”.

Heard fue trasladado de urgencia desde su casa en Urbandale, Iowa, al Centro de Tratamiento de Quemados de la University of Iowa, con quemaduras de segundo y tercer grado, que cubrían más del 40 % de su cuerpo. Pasó varios días sedado y conectado a un respirador.

“Cuando finalmente recuperé el conocimiento, tenía la cara hinchada y no podía ver. Todo estaba oscuro”, dijo.

Cientos de procedimientos y atención compasiva

Durante los años siguientes, Heard se sometió a una asombrosa cantidad de procedimientos, entre ellos injertos de piel y procedimientos reconstructivos.

Después del tratamiento en el Centro de Tratamiento de Quemados de la University of Iowa, lo conectaron con el Hospital Shriners para Niños Ohio , (anteriormente Hospitales Shriners para Niños Cincinnati). Allí se sometió a numerosos tratamientos con láser para suavizar las cicatrices y a una cirugía plástica para reconstruir su oreja derecha, que se había quemado.

“Durante años, volaba desde mi casa en Iowa al Hospital Shriners para Niños Ohio para recibir tratamiento”, recordó Heard. “Shriners Children's me recibió con los brazos abiertos, brindándome una habitación en el hospital, comida ilimitada, videojuegos y apoyo físico y emocional continuo. Me cuidaron como a una familia y siempre estaré agradecido por los enfermeros y los médicos que me cuidaron como si fuera suyo”.