Convertir un hospital en un hogar

El Hospital Shriners de St. Louis gana el premio a la excelencia en asistencia hospitalaria

Natalie DeBarry estaba en medio de su jornada laboral como enfermera en la unidad de pacientes hospitalizados de los Hospitales Shriners para Niños de St. Louis cuando pasó a ver a Daniel.

No fue para controlar su presión arterial o pincharlo con agujas, sino que lo ayudó a sentarse en una silla de ruedas y lo llevó afuera en una hermosa tarde de otoño para leerle un libro que le había interesado llamado S-S-S-Snakes.

Ese tipo de atención personalizada e integral es parte de la razón, según los funcionarios del hospital, por la cual el Hospital Shriners de St. Louis recibió el premio Press Ganey Guardian of Excellence Award 2020 por atención pediátrica para pacientes hospitalizados. Es el segundo año consecutivo que el hospital gana el premio, que se otorga a los hospitales que se ubican en el percentil 95 o superior en las encuestas de satisfacción del cliente.

“Nuestro personal realmente llega a conocer a los niños mientras están aquí, no solo a nivel médico sino a nivel personal”, dijo Barb Hancher, quien estuvo a cargo de la unidad de pacientes hospitalizados durante el período de calificación antes de su reciente ascenso. “Si tienen tiempo libre, les leen libros a los niños, juegan con ellos, les pintan las uñas y les dan 'días de spa'”.

Daniel había tenido un par de semanas difíciles previamente a su tiempo de lectura al aire libre con Natalie. Se sometió a una cirugía en ambas piernas y caderas, seguida de un segundo procedimiento para colocarle un elaborado yeso para favorecer la recuperación.

“Lo que hacemos es brindar una atención centrada en la familia”, explicó Tammy Keesey, ejecutiva de enfermería/ directora de servicios de atención al paciente. “Cuidamos al niño, por supuesto, pero también a mamá y papá y a los hermanos. Se trata de una atención completa”.

Ese tipo de atención es posible gracias a los bajos índices enfermero-paciente, aclaró Scott Luhmann, M.D., jefe de personal del Hospital Shriners de St. Louis durante los últimos tres años y miembro del equipo médico por más de dos décadas. El índice del Hospital Shriners es de alrededor de 2 a 1, mientras que en otros hospitales cercanos para niños es de 6 a 1.

“Es una experiencia mucho más íntima cuando eres un paciente hospitalizado en los Hospitales Shriners”, agregó. “No es que tocas un timbre y el enfermero más cercano está en una estación a 100 yardas de distancia. Están a apenas unos pasos. Es como si estuvieras recuperándote en tu casa”.

La atención personal genera familiaridad, dijo. “Las enfermeras se vuelven como segundas madres para los niños. Cuando regresan a la clínica, quieren ir a visitar a alguien en el piso de arriba, ya sea en fisioterapia respiratoria, fisioterapia o a una enfermera”, expresó. “Llegan a tener esa conexión real, personal con nuestras enfermeras”.

Pero no son solo las conexiones emocionales las que generan las puntuaciones altas de satisfacción del paciente, aclaró el Dr. Luhmann. Dado que todo el equipo médico del Hospital Shriners se encuentra en un solo lugar, existe una colaboración enorme que se traduce en mejores resultados para el niño. “Una cosa que falta hoy en día en la medicina es la continuidad de la atención, pero eso es algo que ofrecemos aquí”, dijo. “Vemos a los mismos niños una y otra vez, y todo nuestro equipo está aquí mismo hablando entre sí sobre cuál es el próximo paso. Sin duda, mejora la atención”.

La responsabilidad de mantener la dinámica ahora recae en Virginia Butler, quien fue contratada en junio para reemplazar a Barb. “No me siento presionada”, dijo riéndose.

Ella continúa fomentando esos pequeños “extras” que hacen que el Hospital Shriners de St. Louis sea especial. De hecho, ella y su equipo ya están haciendo planes para mejorar la estadía de una niña proveniente de Guatemala, que probablemente pasará el Día de Acción de Gracias, Navidad y Año Nuevo en la unidad de pacientes hospitalizados. “Nos vamos a asegurar de que sea un momento especial para ella”, explicó.

“Eso es lo que conduce al éxito”, dijo el Dr. Luhmann. “Tenemos un grupo fenomenal de enfermeras. Ellas quieren tener esa conexión con los niños. No vienen solo a cumplir un turno. Esta es su pasión. Les importa”.