La radiología y el diagnóstico por imagen son una forma no invasiva para que nuestros especialistas pediátricos vean lo que sucede dentro de un paciente, lo que ayuda a determinar el mejor tratamiento. En Shriners Children's, nuestros profesionales de radiología y diagnóstico por imagen trabajan para hacer esto de la manera más segura posible, utilizando equipos convencionales de radiografía así como la tecnología más avanzada de diagnóstico por imagen. La afección y las necesidades específicas de su hijo determinarán qué tecnología de radiología y diagnóstico por imagen se utilizará.
Una radiografía usa ondas de radiación para tomar imágenes. A medida que un rayo X atraviesa su cuerpo, los tejidos y huesos absorben y/o bloquean el rayo, creando una sombra que se capta en una radiografía o sensor. En una radiografía, los huesos aparecen blancos, el espacio abierto aparece negro y los músculos o tejidos blandos aparecen grises.
Cuando se realiza un diagnóstico por imagen a niños, nos aseguramos de utilizar la dosis de radiación más baja posible, descrita como ALARA (tan baja como sea razonablemente posible).
Las radiografías exponen a los niños a radiación de dosis baja, pero en Shriners Children's tomamos medidas adicionales para reducir dicha exposición. Usamos el diagnóstico por imagen EOS para muchas de las radiografías que tomamos y tenemos la más cantidad de sistemas de diagnóstico por imagen EOS que cualquier organización sanitaria. El EOS es un sistema médico de diagnóstico por imagen que proporciona imágenes frontales y laterales mientras limita la dosis de rayos X absorbida por el paciente que está sentado o de pie.
El EOS ofrece una serie de ventajas sobre las radiografías más tradicionales, que incluyen exámenes de radiación de dosis baja, rápidos y sin estrés para los niños con afecciones de cadera, rodilla y columna vertebral. Es ideal para los niños con afecciones que requieren varias radiografías. Los estudios han demostrado que el uso de imágenes EOS de dosis baja puede reducir la dosis de radiación en un 55% en comparación con la radiografía digital y computarizada (tecnologías de rayos X estándar), sin comprometer la calidad de la imagen.
Las exploraciones EOS también son más fáciles para los niños que le tienen miedo a las radiografías. Estas exploraciones, que toman 6 segundos o menos con un tiempo total de examen de 3 a 4 minutos, capturan vistas frontales y laterales del cuerpo de un niño y se pueden tomar con el niño sentado o de pie en una posición natural de soporte de peso. No es necesario que se acuesten o giren.
Con estas imágenes consistentes y de alta calidad, el EOS puede ofrecer mediciones más precisas, además de proporcionar vistas 2D y 3D de la estructura ósea de un niño. Las imágenes EOS pueden brindar a nuestros médicos una imagen más clara de un problema y sus complejidades, lo que les permite brindar un diagnóstico más preciso y crear un plan de tratamiento más personalizado. Las imágenes 3D también pueden ayudar a planificar cirugías pediátricas más efectivas.
Tanto las citas para el diagnóstico por imagen estándar como EOS comienzan de la misma manera. Un técnico en radiología se acercará a la sala de espera, llamará a su hijo por su nombre y lo llevará a la sala de radiografías para explicarle y mostrarle a él, y tal vez a usted, cómo se realizará el examen
Si es posible, su hijo debe usar ropa cómoda y holgada y es probable que le pidan que use una bata para pacientes, según el examen.
Como padre, es posible que desee o necesite permanecer en la sala con su hijo durante el diagnóstico por imagen. El técnico que realiza el examen puede analizar sus opciones y ayudarlo con el equipo de protección si ingresa a la sala.
En un examen EOS el niño permanece sentado o de pie mientras la máquina explora su columna vertebral, las extremidades inferiores y sus manos. Los exámenes son rápidos y sencillos, llevan alrededor de 6 segundos y toman varias imágenes a la vez.
Si a su hijo le están tomando radiografías estándar, es posible que durante el examen deba acostarse en una mesa de radiografías, sentarse en una silla o permanecer de pie. Las luces de la sala se mantienen bajas para que el técnico pueda ver la luz del equipo que les ayuda a centrarse en la parte correcta del cuerpo. Mientras se realiza el examen, es importante que su hijo se quede quieto. Esto evitará que se necesiten radiografías adicionales, lo cual da lugar a que la dosis de radiación que reciba su hijo sea lo más baja posible.
Una vez que se toman las imágenes, el técnico llevará a su hijo (y a usted si lo ha acompañado a realizarse la radiografía) de regreso a la sala de espera y le mostrará el camino a la clínica para la consulta con su médico. Los proveedores de atención analizarán con usted los resultados de las imágenes y las radiografías y cómo esa información puede afectar el plan de atención médica de su hijo.
Con el sistema EOS, no tenemos que armar un rompecabezas con una enorme cantidad de imágenes pequeñas para poder ver un área completa. Estas imágenes de excelente calidad nos permiten comprender con mayor claridad en dónde se encuentra el problema y cuál es el nivel de complejidad antes de realizar la operación, lo que optimiza nuestra capacidad para corregir el problema.
