En cuestión de semanas, se programó la cirugía de Brynlee. Se trató de una reducción abierta realizada por el Dr. Dede en el Hospital Pediátrico UPMC de Pittsburgh. Brynlee pasó solo una noche en el hospital. Luego, regresó a casa con un yeso en espiga para la cadera, que usó 11 semanas. El tiempo que llevó el yeso, el equipo de atención del Hospital Shriners para Niños de Erie ayudó a la familia a adaptarse, para que pudieran seguir su vida con la mayor normalidad posible.
Como parte del equipo de atención de Brynlee, la fisioterapeuta Teresa Emerson, PT, jugó un papel clave en el tratamiento de la tortícolis y ayudó a la familia a prepararse para la vida después de su cirugía de cadera. La terapia consistió en ejercicios de estiramiento y fortalecimiento del cuello, además de facilitar el desarrollo de habilidades de motricidad gruesa apropiadas para su edad.
Antes de la cirugía, la fisioterapeuta Emerson informó a la familia de Brynlee que el yeso en espiga de cadera que estaban por colocarle podría afectar su desarrollo y ofreció estrategias para adaptar el entorno del hogar, para que Brynlee siguiera participando de las actividades, en otras posiciones.
Después de la cirugía, Emerson se puso en contacto periódicamente para supervisar el progreso y brindar apoyo continuo. Como todos los proveedores de salud de Brynlee trabajan en el mismo lugar, la comunicación fue eficiente y coordinada, lo que permitió al equipo abordar las necesidades en tiempo real y aliviar la carga de múltiples citas para la familia. “Sentimos un apoyo total”, dijo Makayla. “Todo el personal de Shriners Children's Erie se portó de primer nivel. Siempre nos sentimos incluidos en el proceso de toma de decisiones, nos sentimos en las mejores manos”.
Brynlee, que ahora tiene 10 meses y ya no tiene el yeso, usa un aparato ortopédico 16 horas al día, que inmoviliza la cadera en la posición óptima para la recuración. Ella está creciendo con fuerza y está aprendiendo a gatear. A Brynlee también le encanta nadar y jugar al aire libre, y rapido se está poniendo al día con los hitos del desarrollo que se retrasaron por el uso del yeso.
Al reflexionar sobre la experiencia, Makayla se siente muy agradecida por la detección temprana, que permitió empezar todo. Lo que comenzó como una consulta porque Brynlee no podía girar la cabeza, llevó a un diagnóstico justo a tiempo para evitar complicaciones a largo plazo. “Estoy muy agradecida de que el Hospital Shriners para Niños de Erie realice pruebas de detección de displasia de cadera en bebés con tortícolis”, dijo. “Sin eso, probablemente no lo hubiéramos sabido hasta dentro de un par de años. Toman la iniciativa y responden, más allá de lo obvio”.
Gracias al equipo de atención colaborativa, la detección temprana, el tratamiento y la terapia, Brynlee ahora está prosperando. Makayla quiere tranquilizar a otros padres, haciéndoles saber que no están solos. “Sigan su instinto. Escuchen a los pediatras. Y hagan preguntas”, dijo. “Las evaluaciones tempranas pueden cambiar por completo el rumbo de la salud de su hijo”.