
Rachel y Irelyn: Encontrar esperanza y sanación después de un incendio
El 28 de junio de 2022 empezó como un día tranquilo en casa para Rachel e Irelyn. Pero se convirtió en un acontecimiento que cambiaría sus vidas.
Las dos hermanas habían subido a su desván para pintar cuando olieron a humo, que más tarde supieron que provenía de un incendio eléctrico. Momentos después, estaban atrapadas por las llamas.
Sus hermanos mayores actuaron con rapidez y corrieron con una manguera de jardín para socorrerlas. Las chicas, ya heridas, lograron escapar bajando por una escalera metálica.
Sus padres, Deanna y Jason, estaban de viaje cuando recibieron la llamada de su hija mayor contándoles las inesperadas noticias. El conductor de la ambulancia los llamó poco después para informarles de que Irelyn tendría que ser trasladada en helicóptero a un hospital.
A las horas de llegar al Centro Médico de UC Davis, Rachel e Irelyn fueron remitidas al Hospital Shriners para Niños del Norte de California. Deanna y Jason ya habían visitado el hospital años atrás por problemas gastrointestinales de su hijo, pero no sabían que también se especializaba en tratamiento de quemaduras.
Atención y empoderamiento excepcionales
El Instituto Pediátrico de Quemaduras Neil Reitman cuenta con amplio reconocimiento en Estados Unidos como uno de los principales centros de investigación y tratamiento de quemaduras pediátricas del mundo. El instituto brinda una atención integral de todo lo que implican las quemaduras; desde la gestión inicial, atención crítica y cobertura de heridas hasta rehabilitación, asistencia hospitalaria y reconstrucción. El Hospital Shriners para Niños de Norte de California cuenta con el centro de tratamiento de quemaduras pediátricas más grande al oeste del río Mississippi. Muchos hospitales y sistemas de salud remiten sus casos más complejos y debido a la capacitación y experiencia que tienen nuestros médicos especialistas para tratar las lesiones por quemaduras más complicadas y potencialmente mortales.
Rachel tenía quemaduras en el 39% de su cuerpo: En las piernas, brazos, espalda y parte del rostro. Irelyn sufrió quemaduras en el 49% de su cuerpo: brazos, piernas, espalda, pecho y manos. Ambas niñas requirieron cirugía de injerto de piel. El injerto de piel consiste en retirar piel sana y sin quemaduras del propio paciente y colocarla sobre la superficie de la quemadura, lo cual ayuda a que la quemadura sane.
El personal del Instituto Pediátrico de Quemaduras Neil Reitman no solo cuidó de las niñas, sino que empoderó a toda su familia.
Rachel recordaba a los enfermeros como una fuente constante de aliento. “Pasaban tiempo conmigo, jugábamos juntos”, dijo.
Irelyn recordó un momento especialmente conmovedor en el que echó de menos a su madre una noche. “Una enfermera se quedó conmigo y vimos una película. Significó muchísimo”.
Desde que Irelyn recuperó el uso de las manos, se volcó al arte como forma de terapia. Cuando llegó el momento de marcharse del Hospital Shriners para Niños, se necesitaron dos carritos para llevar todas sus obras de arte a casa.
La atención fue más allá de lo médico. Jason y Deanna elogiaron al equipo de atención de las niñas por preocuparse por su bienestar y comprender las dificultades de la familia, que lo había perdido todo en el incendio.
“Las enfermeras incluso se aseguraron de que nosotros nos estuviéramos cuidando a nosotros mismos y de que pasáramos tiempo con nuestros otros hijos”, dijo Jason.
Todos fueron muy acogedores, incluso los conserjes y el personal de seguridad. Los tres meses que estuvimos allí, se convirtió en nuestro hogar.
Prosperar después de la tragedia
Gracias a la atención recibida, Rachel e Irelyn ahora no tienen ninguna restricción.
“Los equipos de ergoterapia y fisioterapia hicieron mucho más de lo esperado”, dijo Deanna. “Algunos días las chicas no querían ir a terapia, pero el personal podía interpretar su estado de ánimo y adaptarse.”
Un recuerdo entrañable fue cuando los enfermeros le dieron a Irelyn una pistola de agua cuando las niñas ya pudieron volver a caminar.
“Se aseguró de mojar a todos los enfermeros”, dijo Jason.
Para Deanna y Jason, la atención que sus hijas recibieron en el Hospital Shriners para Niños les cambió la vida. “Lo más importante en nuestras vidas son nuestras hijas, y ellos se aseguraron de que los recuperáramos”, dijo Jason.
Un mensaje para donantes y familias
A quienes estén considerando contribuir Shriners Children’s, la familia les destaca el impacto de cada contribución.
“Nada se pierde. Cada centavo ayuda a los niños a superar lo atravesado”, dijo Deanna. “No se trata solo de las vendas, sino también de los recursos y el apoyo a las familias. Sin el Shriners, no sabemos qué habríamos hecho.
Deanna y Dave ofrecieron consejos a otras familias que estén en situaciones similares. “Confía en el personal. Prepárate para que se preocupen por ti”.
Hoy, Rachel, de 16 años, es estudiante de segundo año, e Irelyn, de 15 años, es estudiante de primer año de la escuela secundaria. Ambas están prosperando.
“Las dos chicas quieren estudiar enfermería”, dijo Deanna.
Su historia es un testimonio del extraordinario cuidado y compasión que se encuentra en el Hospital Shriners para Niños del Norte de California.
