A Anna le diagnosticaron escoliosis cuando tenía 10 años. El año siguiente comenzó su tratamiento en el Hospital Shriners para Niños de Shreveport. En lugar de permitir que la escoliosis la defina, decidió que sería la chispa que encendería sus ambiciones. Además de su amor por el baile y el escenario, Anna está especialmente comprometida a retribuir a la organización que transformó su vida.
En 2019, cuando tenía 14 años, Anna se sometió a una cirugía de fusión espinal. En el procedimiento le colocaron dos varillas y 20 tornillos en la espalda para corregir una curvatura de 50 grados. Su tratamiento estuvo a cargo del Dr. Anthony Sin, MD, un neurocirujano especializado en cirugía de columna en el Hospital Shriners para Niños de Shreveport. Anna ahora tiene 20 años, y volverá a ser operada por el Dr. Sin en 2025. Esta próxima cirugía será para corregir la espondilolistesis, un trastorno de la columna vertebral en la cual una vértebra se desalinea con respecto al resto de la columna vertebral.
Anna habla muy bien de su proveedor de atención médica y destaca su extraordinaria comunicación. También aprecia que todos los miembros de personal del Hospital Shriners para Niños de Shreveport la ayudaron a sentirse bienvenida y la apoyaron. “Me apasiona retribuir a Shriners por la forma en que me trataron cuando estuve allí. Me hicieron sentir que era importante, como si no fuera simplemente otra paciente”, dijo Anna. Recuerda con claridad el momento en que dio sus primeros pasos después de la cirugía de fusión espinal. El recuerdo del equipo médico estallando en vítores es algo que llevará consigo. Cuatro meses después de su cirugía, Anna también logró un hito personal: volvió a ser animadora.
Anna había sido animadora y bailarina de competición muchos años. Su pasión por estas actividades fue una motivación durante todo su proceso de recuperación. Poco a poco fue recuperando su fuerza y ganando confianza hasta que estuvo lista para realizar acrobacias nuevamente. “Volaba por los aires. Simplemente lo hicimos con más cuidado”, dijo Anna.
Anna está con los Shriners de Habibi, que la ayudaron a organizar una caminata de recaudación de fondos para concientizar sobre la escoliosis.
Sonriendo para la cámara, Anna está emocionada de competir en el circuito de concursos de belleza.
Anna acepta con orgullo su cicatriz de escoliosis en su foto del concurso.
Con la cicatriz en mi espalda, al principio no tenía mucha confianza, pero ahora sí. Quiero poder compartir eso con otros niños para mostrarles que es un recorrido único de cada uno.
El personal del Hospital Shriners para Niños de Shreveport también brindó tranquilidad a la familia de Anna más allá de la atención médica. “Mi familia no sufrió ninguna carga financiera por mi cirugía”, dijo. Anna está agradecida de que exista una organización como Shriners Children's y quiere contribuir en todo lo que pueda. Una de esas formas es a través de los concursos de belleza.
Anna compitió en uno de estos concursos por primera vez en su último año de secundaria, y descubrió que la apasionaban. Fue seleccionada como una de las dos representantes de su escuela y se entregó plenamente la experiencia: trabajó con un entrenador, creando amistades y comenzó a enamorarse del mundo de los concursos de belleza. Anna utilizó su plataforma en el escenario para compartir su historia con la escoliosis y expresar apoyo por Shriners Children's. “Con mi cicatriz, al principio no tenía mucha confianza, pero ahora la tengo. Quiero compartir eso con otros niños y mostrarles que es un viaje único que puede convertirse en algo positivo”, dijo.
Su deseo de retribuir la llevó a organizar una caminata de concientización sobre la escoliosis en noviembre de 2024, a beneficio del Hospital Shriners para Niños de Shreveport. Anna se puso en contacto con los Shriners de su localidad, DeRidder, Luisiana, quienes se mostraron encantados de apoyar su proyecto. “Los Shriners de Habibi estaban muy entusiasmados, y corrieron la voz de la caminata por mí”, dijo. La caminata, que Anna también promocionó en las redes sociales, fue un gran éxito y recaudó 2100 dólares. Cada centavo se destinó a proporcionar corsés de espalda para pacientes con escoliosis.
Anna sigue teniendo objetivos ambiciosos. Actualmente se está preparando para un certamen en el sistema de EE.UU., y considera competir por Miss Luisiana algún día. Sin embargo, quiere sentirse más estable en la vida antes de dar ese paso. Anna, que actualmente trabaja como asistente dental, planea regresar a la universidad este año para estudiar higiene dental. Mientras se prepara para su próxima cirugía y más allá, Anna vive según su frase favorita: “La belleza comienza en el momento que decides ser tú mismo”.
