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Combinar la tradición Amish con dispositivos protésicos modernos

A lo largo de su trayectoria de salud, Elizabeth pasó de ser una niña que se recuperaba de un accidente a una joven adulta sumamente capaz de defenderse por sí misma.

La historia de Elizabeth es una historia de resiliencia, determinación y creatividad, profundamente arraigada en la unida comunidad Amish de Conewango Valley, Nueva York. Cuando Elizabeth era niña, perdió un brazo en un accidente imprevisto. Durante un tiempo, vivió sin prótesis. No fue hasta que cumplió cinco años que recibió su primer brazo protésico en el Departamento de Servicios de Ortopédicos y prostéticos pediátricos (POPS) en el Hospital Shriners para Niños de Erie.

Alex Betancourt, MS, MBA, CPO, Hannah Clark, MS, CPO y Emily Madder, OTR, BS, trabajaron en estrecha colaboración para crear prótesis y adaptaciones para que Elizabeth pudiera alcanzar sus metas personales. Su prótesis tuvo que ser adaptada no sólo a las tareas diarias generales, sino también a las demandas específicas de la vida en la comunidad Amish. Además, era fundamental abordar objetivos apropiados para la edad en ergoterapia, como jugar con otros niños, desarrollar habilidades motoras finas y lograr otros hitos del desarrollo. La ergoterapia se centró en integrar estos aspectos en el uso protésico de Elizabeth, para garantizar que pudiera participar en actividades típicas de la infancia, y al mismo tiempo lograr progresar en etapas clave del desarrollo.

“Uno de sus objetivos particulares era aprender a tejer a crochet, así que trabajamos con el Departamento POPS para perforar un pequeño orificio en su dispositivo terminal con el que podría sostener el ganchillo. Es esta intensa colaboración entre ergoterapia y el Departamento POPS la que nos permite desarrollar soluciones funcionales para nuestros pacientes, adaptando planes de atención que se ajusten a su vida diaria” dijo Madder. Gracias a este enfoque, Elizabeth pudo equilibrar sus responsabilidades diarias con el crecimiento y el juego, haciendo que el proceso de adaptación fuera más integral y apoyara su desarrollo general.

La ergoterapia jugó un papel crucial para que Elizabeth pudiera adaptarse a su prótesis de brazo, enseñándole nuevas maneras de realizar tareas. Madder trabajó con ella para desarrollar la fuerza y la destreza del hombro en el uso de su prótesis para las actividades cotidianas. “Un objetivo en el que he estado trabajando con Emily es poder arremangarme con el brazo protésico. ¡Estoy tan cerca!”, compartió Elizabeth, emocionada.

La intensa colaboración entre ergoterapia y el Departamento POPS nos permite desarrollar soluciones funcionales para nuestros pacientes, adaptando planes de atención que se ajusten a su vida diaria.
Emily Madder, OTR, BS

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Próximos pasos

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