Atravesar pie zambo y el posparto
Antes de que se dieran cuenta, habían pasado tres meses y Theo había completado sus seis rondas de enyesado y estaba usando botas y aparatos ortopédicos.
"Honestamente, para nosotros, las primeras semanas en las que Theo usó las botas fueron más duras que la etapa de los yesos", dijo Kendrie. "Le dolía mucho la piel, le molestaba. Pero con el tiempo, la piel se le curó y endureció, y nos volvimos expertos en ponerle las botas mientras lo distraíamos”.
Mientras aprendía el arte de la distracción, Kendrie también estaba aprendiendo a atravesar el posparto, a funcionar con pocas horas de sueño, a cuidar a su bebé y a cuidarse a sí misma.
"No quiero ser negativa en absoluto, pero fue difícil, fue muy intenso. Pero pasó rápido", dijo Kendrie. "En verdad, como era nuestro primer bebé, yo no conocía otra cosa, así que pensamos: 'Esta es nuestra nueva normalidad'".
Para encontrar algo de alivio durante esos primeros meses de maternidad, Kendrie aprovechaba todas las consultas de Theo para organizar un paseo. Podía ser dar un paseo por el parque, ir a ver los cerezos en flor en el Capitolio del Estado de Utah, o mostrarle a Theo el centro de la ciudad, cualquier tipo de salida parecía alegrar aquellos días.
Kendrie también agradece al ambiente y al nivel de atención del Hospital Shriners para Niños Salt Lake City por hacer que la atención de Theo sea una experiencia positiva para toda la familia.
"Nos encanta que aquí no se sienta como un hospital. Es más acogedor, si eso tiene sentido. Hace que todo sea mucho menos estresante", compartió Kendrie. Nuestros médicos y enfermeros también son fantásticos, Theo los adora a todos. "Siempre se los ve contentos y nos tratan como si fuéramos familia, más que pacientes. También han sido muy honestos con nosotros. Nunca nos hemos sentido engañados ni confundidos ni nada por el estilo, lo cual se agradece”.
En retrospectiva
Ahora que Theo solo usa botas por la noche, todo se ha vuelto más fácil para la pequeña familia y Kendrie ha tenido algo de tiempo para reflexionar sobre su experiencia. En general, su principal consejo para otros padres de niños con pie zambo es que recuerden que se puede solucionar.
"Traten de no pensar demasiado, no adelantarse, vayan día a día", sugirió Kendrie. “Por momentos me abrumaba tanto que pensaba: '¿Qué voy a hacer cuando él esté en tal etapa?' y eso. Pero en general no es la gran cosa. Theo se adaptó a todo muy rápido, y esto es lo normal para nosotros. En realidad no es tan grave".
Para todos los padres primerizos la preocupación tiende a ser una compañera constante, y el eterno miedo a lo desconocido es parte de la experiencia. Una complicación imprevista puede añadir una capa más de complejidad, pero en medio del shock inicial, la determinación de los padres junto con un equipo de atención experimentado sirven para hacer frente al desafío.
¿El último consejo de Kendrie? ¡Que tomen muchas fotografías del bebé antes de que comience el proceso de enyesado! Luego van a querer recordar esa etapa de sus vidas.