Shriners Children's ayuda a Adison a mantenerse en el juego

Adison nunca ha permitido que los desafíos le impidan jugar. Al estudiante de secundaria y paciente embajador le encanta practicar deportes y competir. Un accidente con un rifle de caza lo dejó con una pierna ortopédica y un obstáculo adicional que superar.

“Perdí mi pierna debido a un rifle de ciervo defectuoso”, contó Adison. “Iba en la camioneta de mi abuelo cuando golpeamos un bache y el rifle me disparó en la rótula. El hospital de mi ciudad no sabía qué hacer, así que me trasladaron en avión a un hospital de San Antonio. Estuve hospitalizado por tres semanas”.

Un miembro de Shriners se acercó a su familia para informarle sobre los hospitales Shriners Children's y las oportunidades disponibles para ellos. La familia de Adison sintió nuevas esperanzas por primera vez desde el accidente.

“Un miembro de Shriners [Internacional] se contactó con mi mamá luego de leer en el periódico lo que me había pasado. Vino a la casa y nos explicó quiénes eran los Shriners y qué hacían”, explicó Adison. A partir de allí, comenzó el proceso de tratamiento. “Una semana después me llevaron al [hospital] Shriners en Houston. Fui en silla de ruedas y me dijeron que saldría caminando. Tres meses después, dejé Shriners caminando con mi pierna nueva”.

La prótesis de pierna de Adison le permitió volver a los pasatiempos y actividades que ama. Ha jugado al fútbol desde que tenía 5 años y continúa jugando en su escuela secundaria. También le encanta jugar béisbol, atletismo e ir de pesca. Para Adison, jugar al fútbol le da la oportunidad de probarse a sí mismo.

“Soy un chico fuerte y me encanta competir. Es divertido porque los chicos de secundaria me ven con mi pierna ortopédica y piensan que soy débil y que puedo derribarme fácilmente. ¡Me encanta ver sus caras cuando son ellos los que no pueden volver a levantarse! Y si me derriban, me vuelvo a levantar”.

En este momento, Adison, está enfocado en terminar la escuela secundaria. Acaba de obtener su permiso de conducir provisional y está aprendiendo a conducir, y también disfruta tomando clases de soldadura en su escuela. Espera poder trabajar en algo relacionado con la aplicación de la ley, pero también siente que podría convertirse en un orador motivacional.

“No soy una persona tímida. Tal vez pueda ser un orador motivacional y decirle a las personas que perder una pierna a los 10 años no es el fin del mundo. A veces, siento que lo es, pero mi familia y amigos siempre saben cómo animarme. Mis amigos siempre me tratan como uno de ellos. Me hacen sentir como un chico normal”.