“[Luego] cuando estaba en quinto grado, traté de correr a campo traviesa y me dolían mucho los pies y no sabíamos lo que estaba pasando”, explicó Nellie.
Nellie regresó a Shriners, donde se enteró de que tenía una afección llamada fascitis plantar, una inflamación de una banda gruesa de tejido que conecta el hueso del talón con los dedos de los pies. Los médicos implementaron una ortesis de soporte para el arco con el fin de corregir la afección y aliviar el dolor de Nellie.
“Tuvimos que probar varios pares diferentes, pero consiguieron unos que funcionaron para mí, y me los hicieron todos los años hasta que terminé la escuela secundaria”, comentó Nellie.
De nuevo en las carreras
Después de participar en competencias a campo traviesa de 2,5 millas regularmente a lo largo de su carrera en la escuela secundaria, Nellie dijo que se “cansó” de correr, al menos de manera competitiva. La vida progresó, terminó la universidad, participó en carreras, se mudó a otra parte del país y, finalmente, llegó a la maternidad.
“Después de tener a mi hija en 2009, pensé: ‘Necesito volver a estar en forma’”, comentó Nellie. “Además, quería conectarme con algunos grupos sociales. Así que me uní a Seattle Frontrunners (una organización internacional para corredores y caminantes LGBTQIA+) y comencé a correr con ellos. Hoy en día también corro con otro club en Seattle”.
Nellie corrió su primer maratón en 2012. El otoño pasado, corrió su décima maratón entre más de 50 000 corredores en la ciudad de New York. Esta fue también su primera visita a la ciudad.
“Es una forma increíble de ver una ciudad”, dijo Nellie. “La maratón de la ciudad de New York pasa por los cinco condados”.
Hace cinco años, Nellie corrió la maratón de Chicago.
“Dicen que la maratón de Chicago pasa por 27 vecindarios”, comentó. “La gente sale y te anima. Uno puede ver cierta distinción, como por ejemplo [el barrio] puertorriqueño, el barrio mexicano. Está el barrio gay; ellos tienen drag queens en un escenario. Se puede ver la diferente composición cultural y étnica de esas comunidades. Es asombroso.”
Si bien Nellie no recuerda el tratamiento temprano que recibió para su pie zambo, su madre ha podido reflexionar sobre el camino de su hija, desde que nació con los pies tan deformados que no podían apoyarse en el suelo hasta correr 50 kilómetros en una carrera. Jane dijo que obviamente está orgullosa de los logros de su hija en las maratones.
“Pero creo que estaba más orgullosa después de su primer día de práctica de campo traviesa en la escuela secundaria, cuando la recogí y el entrenador, que tenía equipos muy exitosos, me dijo que la iba convocar para el equipo universitario desde el principio, y ella y sus compañeros de equipo compitieron para el estado a nivel universitario durante los cuatro años de la escuela secundaria”, recordó Jane. “Creo que cuando ella corrió su primera maratón yo ya estaba acostumbrada a su dedicación a correr y, si bien fue muy especial, no fue tan especial para mí como su carrera en la escuela secundaria. Ahora que [ha corrido] su décima maratón, estoy muy orgullosa y realmente asombrada de lo que hace”.
La hora de retribuir
Si bien Nellie y su madre están de acuerdo en que sin importar las probabilidades, la familia habría encontrado una manera de tratar los pies de Nellie, ambas entienden la magnitud del regalo que recibieron en Shriners.
Cuando el padre de Nellie, Clyde, falleció en marzo de 2021, la familia pidió que se hicieran donaciones en su memoria a Shriners Children's.
“Siempre hemos estado muy agradecidos por todo lo que Shriners hizo por Nellie sin costo alguno para nosotros”, anunció Jane. “Shriners siempre tuvo un lugar tan especial en el corazón de Clyde. Por lo tanto, siempre hemos tratado de donar cada vez que hay una recaudación de fondos de Shriners, con la esperanza de hacer todo lo que podamos para retribuirles lo que hicieron por Nellie y para que continúen ayudando a los demás. Por lo tanto, era natural nombrar a Shriners como el beneficiario de las donaciones realizadas en memoria de Clyde”.
Nellie sonrió al recordar a su padre varios meses después de su fallecimiento.
“Siempre le gustó ver a los Shriners, como en los desfiles y demás”, recordó. “Los tipos con los sombreros divertidos que ves en los autos pequeños”.
Jane recomendó a cualquier persona que necesite los tratamientos especializados que se ofrecen en Shriners a aprovechar la oportunidad.
“Es un lugar espectacular. Cuenta con increíbles personas. Estas personas en realidad se preocupan por los niños”, dijo Jane. “Hacen milagros”.