“Después de la cirugía, la parte de curación no estuvo nada mal. Una vez que se curó, pude hacer todo aquello que mis amigos podían hacer”, explicó.
Hoy mide casi 5’10’’. Aunque no lo crea, ella ganó varios de esos últimos centímetros en la cirugía ya que se enderezó su columna vertebral.
“Cuando me desperté, pedí que alguien me trajera una cinta métrica”, se rió.
“Cuando pienso en las palabras 'familia Shriners', se me saltan las lágrimas. Tengo una sensación de calidez, amor, comprensión, hospitalidad, preocupación y, sobre todo, cariño. Sinceramente, creo que todas las personas involucradas en Shriners Children's se preocupan genuinamente por nuestros hijos”, reflexionó la madre de Malorie, Michelle.
Malorie se desempeñará como capitana honoraria del Kansas Shrine Bowl 2022, una designación que dice que tuvo el honor de recibir. Ese título la llevará a la línea 50 de la yarda para lanzar la moneda que decidirá el inicio del partido, al escenario del banquete, al desfile y, quizás lo más importante, a la experiencia hospitalaria del Kansas Shrine Bowl.
Ahí es donde liderará una coalición de 16 embajadores de pacientes preparados para compartir sus historias y defender la necesidad de conocer las diferentes habilidades. Ellos llevarán a los atletas, las porristas y los músicos a través de la experiencia hospitalaria del Kansas Shrine Bowl y, con suerte, les abrirá los ojos a los desafíos que otros niños enfrentan todos los días.