Madi es una estudiante de tercer grado de Clarksville, Tennessee. Le encantan las matemáticas, el color rosa y la natación. Es una niña sana y feliz de 9 años en todos los sentidos.
Cuando Madi nació, su madre supo de inmediato que algo andaba mal. Antes de que Shoney siquiera viera a su bebé, el quirófano quedó en silencio. Los expertos médicos que la rodeaban estaban tratando de entender qué estaba pasando con la pierna derecha de Madi. Tanto ese equipo médico como varios otros equipos que la evaluaron luego diagnosticaron erróneamente a Madi, primero con pie zambo y luego con torsión tibial. Ninguno era correcto.
Por fortuna, a los 18 meses, Shoney había encontrado un especialista en ortopedia en la costa Este que diagnosticó y trató con precisión a Madi. Tenía hemimelia tibial.
Sin embargo, Shoney recuerda sentir que algo no estaba bien. Madi estaba mejorando y sanando, pero no sin los factores que causaban estrés como la medicación para el dolor y la confusión de su equipo médico. Luego, cuando alguien le comentó sobre el Hospital Shriners para Niños St. Louis, ella comenzó a confiar en su intuición de madre.
Y como dicen, el resto es historia.
En Shriners, el equipo humaniza la situación y comprende por lo que uno está pasando.
“Fue un cambio radical”. Así Shoney describió sus sentimientos luego de su primera visita con el equipo de reconstrucción y alargamiento de extremidades en el Hospital Shriners para Niños St. Louis.
“Siempre siento que entiendo lo que está pasando cuando estoy en la clínica con Madi. Sentí que aquí pudieron tranquilizarme”, explicó Shoney. “En Shriners [Children's], el equipo humaniza la situación y comprende por lo que uno está pasando”.
Ciertamente, la afiliación del Hospital Shriners para Niños St. Louis con la Universidad de Washington y el St. Louis Children's Hospital ofrece a los pacientes niveles incomparables de atención confiable. Sin embargo, el cirujano de Madi, Eric Gordon, M.D., cree que el secreto del éxito en Shriners Children's está en las relaciones que se forman.
“Creo que los niños y los padres a menudo sienten que se unieron a una gran y amorosa familia cuando vienen a obtener atención”, explicó Gordon.
“Lo más importante a resaltar es la pasión del personal de enfermería y fisioterapia, y la forma personal en que se hacen las cosas aquí. Jill Hahn, coordinadora clínica, es un recurso increíble para los pacientes gracias a su amorosa actitud y su deseo de ayudar a los pacientes y sus familias a superar un momento difícil. Gracias a su enseñanza, las familias se van de su oficina con la sensación de que los problemas pueden ser anticipados con el fin de poder resolverlos con facilidad. Además, parece estar siempre disponible para brindar consejos y dar su mano”, explicó.
El viaje al Hospital Shriners para Niños St. Louis fue largo. Si bien Shoney desea poder haber encontrado este equipo antes, está agradecida de contar con una clínica ortopédica para Madi y de notar el progreso de su hija en cada oportunidad.
“Ha sido una experiencia difícil. Pero Madison es la niña perfecta para pasar por algo así. A pesar de todo, Madison nunca ha perdido su chispa”, comentó Shoney.
Shoney tiene grandes sueños para su hija. Ella dijo que es la pasión de Madi por “retribuir” y que eso la impulsará hacia el futuro.
