La cirugía de mandíbula fue una victoria para Graham

Los cirujanos se tomaron en serio su trabajo y ayudaron a Graham, de 22 años, al corregir su mandíbula, su sonrisa y su salud en general, lo que le permitió dedicarse a comentar eventos deportivos en la universidad.

Su madre notó que algo estaba mal en el rostro de Graham por primera vez cuando estaba en la escuela secundaria. Ella solía llevarlo a la escuela y Graham se sentaba a su costado, en el asiento delantero. “Un día, mientras estábamos en el auto, me miró y me dijo: ‘¿Qué estás haciendo con tu mandíbula?' Graham recuerda. Su mandíbula parecía que no estaba alineada correctamente. La diferencia facial de Graham se hizo más notoria a medida que crecía.

Al final, se decidió por lo que pensó que sería una simple evaluación para conseguir aparatos de ortodoncia en la facultad de odontología de la UNC. Graham recuerda: “El profesor dijo que necesitaba que me rompieran la mandíbula y volverla a formar... Es una locura escuchar eso luego de pensar que solo necesitaría aparatos de ortodoncia”. Graham tenía una submordida en la que los dientes inferiores sobresalen más que los superiores, una condición que puede ser causada por la desalineación de la mandíbula. Graham y su familia tuvieron que procesar esta noticia inesperada cuando se dieron cuenta de que la afección no se podía resolver solo con un trabajo de ortodoncia. Él requirió cirugía ortognática o de enderezamiento de la mandíbula, donde los cirujanos plásticos tuvieron que corregir las diferencias entre los maxilares superiores e inferiores y realinear los maxilares y los dientes, donde también se trabajó en coordinación con la corrección de ortodoncia.

La familia no estaba segura a dónde acudir para recibir atención y tenía varias preguntas, entre ellas estaba su preocupación sobre los costos de la cirugía especializada. Pronto recibieron su respuesta a través de otro padre en la escuela. “Una madre que me estaba maquillando para la obra de otoño subió a ver a mi madre entre bastidores”, cuenta Graham. “Ella dijo: 'Necesito ponerte en contacto con Shriners’”. La hija de la mujer tenía la misma condición que Graham y logró excelentes resultados luego de su cirugía en el programa craneofacial del Hospital Shriners para Niños Chicago dos años antes.