La misión de marcar la diferencia: el equipo de Shriners Children's Canadá en Ecuador

Un equipo dedicado a cambiar vidas

En febrero de 2025, se realizó una misión de 10 días a Quito, Ecuador, con la Asociación Canadiense de Equipos Médicos en el Extranjero (CAMTA), organización con sede en Alberta, Canadá. Con esta misión viajaron el cirujano ortopédico Neil Saran, MD, FRCS(C)); la anestesióloga pediátrica Erika T. Nguyen, MD, FRCP(C), la terapeuta respiratoria pediátrica Amélia Vachon, RT; y el residente de cirugía ortopédica Carl Laverdière, MD.

El objetivo de la misión es mejorar la vida de personas en países en vías de desarrollo que necesitan desesperadamente atención médica o cirugía, atendiendo a estas personas y brindando educación en salud pública y capacitación continua. CAMTA lleva más de 25 años organizando esta misión anual a Ecuador. Cada misión dura 17 días y normalmente incluye alrededor de 50 miembros del equipo por semana, combinando equipos de adultos y pediátricos. En promedio, 80 pacientes adultos y pediátricos reciben cirugía durante cada misión.

Esta fue la sexta vez que el Dr. Saran y la Dra. Nguyen participaron en este importante proyecto.

Llevar todo lo necesario para operar

Para realizar cirugías en Ecuador, el equipo tuvo que llevar consigo todo el equipamiento médico. Si no llevaban, no había otro equipo médico disponible. Esto incluía todo, desde gorros, batas y guantes quirúrgicos, hasta medicamentos para atención intraoperatorios y postoperatorios. También se incluyeron brocas, placas, tornillos e implantes. Todo fue empacado en bolsas de hockey y enviado en avión desde Canadá a Ecuador.

Cirugías complejas con recursos limitados

Durante la semana que estuvieron en el lugar, el equipo atendió a aproximadamente 50 pacientes pediátricos en la clínica y operó a 11 pacientes. Estos procedimientos incluyeron osteotomía pélvica para displasia de cadera, osteotomía femoral proximal y distal, cirugías para pie zambo y reconstrucciones complejas de pie. Todo esto se hizo con herramientas quirúrgicas limitadas y sin fluoroscopía en quirófano.

El caso más complejo fue el de un joven de 14 años con una curvatura grave hacia adentro en la parte inferior del fémur, cerca de la rodilla. El muchacho vive con su abuela. La cirugía fue muy desafiante e incluyó un “wake up test” durante el procedimiento para garantizar que la función nerviosa permaneciera intacta. ¡Fue un momento poderoso cuando el paciente se despertó con la pierna recta y sin ninguna secuela neurológica!

Compartir conocimientos y desarrollar capacidad en el territorio

Al final de la semana, el equipo también brindó capacitaciones para los residentes y el personal local. Si bien la misión fue intensa y agotadora, fue invaluable la oportunidad de restaurar la calidad de vida de niños que, de otro modo, no tendrían acceso a la atención.

El equipo ya está deseando volver el año que viene. ¡Recibimos nuevos voluntarios!