Acortar distancias: Cómo nuestro programa de reingreso escolar ayuda a los pacientes a prosperar

Para muchos niños que se recuperan de quemaduras u otras afecciones médicas graves, regresar a la escuela puede ser difícil. Más allá de la recuperación física, es común que sientan ansiedad por regresar a su comunidad escolar después de una larga ausencia. Para facilitar esta transición, el programa de reingreso escolar del Hospital Shriners para Niños de Boston brinda apoyo individualizado, asegurando que los pacientes vuelvan a clases con seguridad, y se sientan bienvenidos.

El programa fue pensado por primera vez hace más de cuatro décadas, al comprender que la transición fuera del hospital, con férulas, injertos de piel o la pérdida de cabello puede ser muy difícil. Entre las miradas, la abundancia de preguntas e incluso a veces las burlas, los niños necesitaban un sistema de apoyo que les ayudara a regresar a su vida cotidiana. Si la familia de un paciente está interesada en el programa de reinserción, un equipo de Shriners Children’s puede explicar aspectos de su plan de atención en una asamblea escolar, con el paciente presente. Puede explicar en qué consisten los tratamientos, vendajes y equipamiento de todo tipo.

Desde entonces, el programa ha evolucionado para apoyar a los pacientes y sus familias, brindándoles orientación paso a paso para una reintegración exitosa. Jackie Cola, especialista en desarrollo infantil que dirigió el programa, dijo: "Cuando empezamos a hablar sobre (el proceso), ayudamos a los niños a pensar en qué puede suceder cuando lleguen a la escuela y de qué manera quieren contar su historia". Los equipos psicosociales y de reinserción escolar colaboran para apoyar a los pacientes durante todo su proceso de reintegración comunitaria. Esto incluye aspectos como salir de la habitación del hospital por primera vez o cómo responder ante miradas en lugares públicos. De esta manera, los pacientes podrán utilizar habilidades transferibles al integrarse tanto en la comunidad como en la escuela.

A continuación, el equipo se pondrá en contacto con la administración del colegio para organizar una presentación preparada por el equipo de reingreso escolar en coordinación con el paciente y su familia. La presentación puede realizarse de forma presencial o virtual, y normalmente consiste en compartir información sobre la hospitalización del paciente, cualquier cambio reciente en su estilo de vida y recomendaciones para sus compañeros sobre cómo y cuándo hacer preguntas. De esta manera, el paciente se siente empoderado para compartir su historia, y sus compañeros pueden aprender sobre formas de ser inclusivos. El equipo de reingreso escolar brinda apoyo adicional a maestros, directores, orientadores escolares y estudiantes después de la presentación, si es necesario.

“El objetivo principal es eliminar el misterio que rodea la hospitalización para los compañeros de clase con los que el niño se va a reintegrar”, dijo Jackie. “Sabemos que los niños son muy curiosos, y descubrimos que abordar todas sus preguntas al principio es útil, para que el niño pueda simplemente concentrarse en ser él mismo”.

Después de una hospitalización prolongada, es normal que los niños se preocupen por cómo serán percibidos, tengan dificultades para ponerse al día con los estudios o se sientan aislados de sus compañeros El programa de reingreso busca abordar estas preocupaciones antes de que el joven regrese al aula.

“Uno de los mayores desafíos es el duelo por las cosas que se perdieron, si se perdieron ciertos hitos como la graduación o un baile (escolar)”, explicó Liza Gamelli, LICSW, CCM.

En algunos casos, la familia incluso se muda a Boston para estar más cerca del hospital donde su hijo recibe atención prolongada. En situaciones como esta, el equipo ayuda al niño a integrarse en un nuevo entorno escolar, sin dejar de centrarse en la historia del paciente y mostrándole cómo sus compañeros pueden ayudarle a sentirse bienvenido en su nuevo entorno escolar.

Phila, paciente del Hospital Shriners para Niños de Boston, y su cuidador se mudaron recientemente a Boston para estar más cerca del hospital y poder recibir su atención de seguimiento. El personal de la nueva escuela colaboró con el equipo de reinserción escolar del Hospital Shriners para Niños para planificar la llegada de Phila, pensando presentaciones adecuadas a su edad para sus compañeros de clase. Cuando Phila ingresó a la escuela, su equipo de atención realizó una presentación sobre lo que había experimentado, explicó sus diferencias físicas y se centró en lo que sus compañeros y el personal podían hacer para darle la bienvenida. El equipo de reingreso sirvió de puente para que Phila se integrara con éxito en un entorno nuevo, que podía haber sido aterrador. Según Brooke Allen, especialista en desarrollo infantil que participó en el regreso de Phila a la escuela, “los estudiantes recibieron a Phila con los brazos abiertos y pronto todos querían sentarse junto a él en el aula”.

Para muchas familias, el programa les cambia la vida. Iremedie llegó al Hospital Shriners para Niños de Boston tras sufrir heridas por quemaduras. Su madre estaba nerviosa por su regreso a la escuela. Sin embargo, trabajaron con los equipos de desarrollo infantil y gestión del cuidado , y su transición fue sin problemas. Recordó que Liza y Jackie estuvieron allí en su primer día de regreso y cómo su presentación conmovió a los estudiantes y ayudó a fomentar la compasión entre ellos. Iremedie está muy agradecido con Jackie y Liza, ya que le recordaron que “sigue siendo la misma persona”, dijo su madre.

Al abordar tanto las necesidades educativas como las emocionales, el programa de reingreso escolar garantiza que todos los niños se sientan seguros, apoyado y listos para prosperar en el regreso a la escuela.