Terapia de biorretroalimentación para el apoyo de pacientes del Hospital Shriners para Niños de Nueva Inglaterra

Temas como el estreñimiento y la incontinencia pueden resultar vergonzosos para los niños, lo que a su vez hace más difícil que la familia busquen soluciones. El equipo de terapia ambulatoria del Hospital Shriners Children's de Nueva Inglaterra ofrece terapia de biorretroalimentación para ayudar a los pacientes que experimentan estos problemas relacionados con la disfunción del suelo pélvico. Nuestros capacitados terapeutas usan técnicas mente-cuerpo para ayudar a los pacientes a controlar mejor los músculos que controlan la función de la vejiga y los intestinos. La terapia de biorretroalimentación, combinada con cambios específicos en el estilo de vida, puede ayudar a los pacientes a resolver los síntomas y lograr un éxito a largo plazo.

La uróloga pediátrica del Hospital Shriners para Niños de Nueva Inglaterra, la Dra. Christina Kim, MD, puede derivar a los pacientes a la terapia de biorretroalimentación, así como puede hacerlo el pediatra de cabecera. La mayoría de los pacientes se someten primero a una prueba de uroflujometría con electromiografía (EMG), que proporciona información sobre la activación de los músculos del suelo pélvico y la función de la vejiga.

“Si los músculos del suelo pélvico del paciente funcionan de forma anormal al vaciar la vejiga, eso nos indica que necesita ayuda para relajarse. Si los músculos del suelo pélvico están débiles y experimenta pérdidas de orina con actividades como correr y saltar, sabemos que necesita ayuda para fortalecerlos. “A menudo los niños necesitan ambas cosas”, dijo Caryn France, MSPT, gerente de servicios de terapia ambulatoria en el Hospital Shriners para Niños de Nueva Inglaterra.

Yaneliz, de diez años, comenzó terapia de biorretroalimentación debido a problemas intestinales y de vejiga causados por agenesia sacra parcial, una condición en la que la columna lumbar no se forma correctamente. Por esta afección, los nervios no envían correctamente las señales a sus músculos cuando necesita ir al baño. “Se le recomendaron ejercicios para el suelo pélvico para mejorar la sensibilidad y conciencia de esos músculos”, dijo la madre de Yaneliz, Ginaliz. “Nos gustó que fuera un enfoque no invasivo, y su terapeuta lo convirtió en un juego”.

En la terapia de biorretroalimentación se colocan electrodos alrededor del ano del paciente que están conectados a un sistema informático de biorretroalimentación. Se envía una señal y se muestra una imagen visual en un monitor que representa la contracción y relajación muscular. Al contraer los músculos del suelo pélvico, el gráfico se mueve hacia arriba, y al relajarlos, se mueve hacia abajo.

“Como no podemos ver los músculos del suelo pélvico en acción, las imágenes del monitor permiten tanto al terapeuta como al paciente ver lo que están haciendo esos músculos”, dijo Caryn. Las instrucciones para tirar hacia arriba y hacia adentro, y para subir y bajar, como si fuera un ascensor, son ejercicios que los terapeutas utilizan para ayudar a los niños a aprender a controlar estos músculos.

La implicación de la familia influye mucho en el éxito general de cada paciente. Los terapeutas incorporan la educación para padres en su plan de atención para ayudar a desarrollar un programa para el hogar. “Los pacientes que cuentan con apoyo familiar y están comprometidos a realizar cambios adicionales en su estilo de vida experimentan la mayor mejoría en sus síntomas”, afirmó Caryn. “Hablamos de la importancia del fortalecimiento de la zona media del cuerpo, la hidratación y los cambios en la dieta.” Animar a los niños a no tener prisa al usar el baño, recordarles que practiquen ejercicios de terapia en casa y nunca castigarlos por accidentes son otros recordatorios importantes para los padres.

Yaneliz practicó sus ejercicios de suelo pélvico en casa y se sintió animada, a medida que iba tomando mayor conciencia de esos músculos. Según Ginaliz, “Le costó algunas sesiones mantenerse concentrada y sentirse cómoda, pero estaba entusiasmada con su progreso. Ahora que tiene mayor conciencia corporal, está trabajando para lograr un mayor control sobre esos músculos. Esperamos que esta terapia realmente le beneficie a largo plazo.

Un tratamiento típico de biorretroalimentación consta de seis sesiones, seguidas de una prueba de flujo urinario EMG de repetición para reevaluar la función de la vejiga. Algunos niños pueden experimentar un éxito inicial, pero luego pueden recaer en viejos hábitos. En lugar de reanudar la terapia de inmediato, Caryn recomienda que los padres documenten lo que sucede en casa y se apoyen en las estrategias que aprendieron durante el tratamiento. “Recomendamos tomar nota de lo que hace su hijo y hacer modificaciones en su programa en casa”, dijo. “La terapia proporciona las herramientas, pero es necesario que las familias, y especialmente los pacientes, se esfuercen para lograr una mejoría duradera”.