“Fue un momento devastador”.
En la ecografía de las 20 semanas de embarazo, Amanda y Dan recibieron una noticia que los asustó y los hizo sentir abrumados. A su primera hija, que se llamaría Lydia, le faltaba el hueso radial del brazo izquierdo, y el desarrollo de los huesos de la otra mano no era certero.
“Deseo que más médicos sepan decirle a la gente que vaya [a Shriners Children's] cuando reciben noticias como esta”, dijo Amanda. “Uno se siente profundamente solo. Parece que nadie te sabe decir qué está pasando. Pero tuvimos suerte de que ya habíamos oído hablar de Shriners Children's por un amigo”.
Aun sin saber que el Hospital Shriners para Niños de Greenville tenía un programa diseñado específicamente para padres como ellos, Amanda llamó al hospital. Quería poder hablar con un especialista sobre la condición de Lydia antes de su nacimiento.
“Nos agendaron una cita en la clínica ambulatoria con uno de los cirujanos”, dijo. Todavía procesando la noticia sobre su hija, fue un alivio para Amanda ver que la Sesión Educativa Ortopédica Prenatal hizo sentir mucho mejor a Dan de inmediato, y pronto, a ella misma también. “Había tantas incertidumbres que todavía no tenían respuesta, pero ya estábamos más informados. Sabíamos que íbamos a recibir el apoyo que necesitábamos y estábamos agradecidos de que Shriners Children's nos quedara cerca”.