Rosie, de trece años, es un ejemplo de la diferencia que puede marcar el Departamento de Servicios Ortopédicos y Prostésicos Pediátricos (POPS) en la vida de un niño. Rosie es amputada cuádruple, y recibió su primera prótesis mioeléctrica de brazo a principios de este año. Su madre, Eileen, dijo que ya resulta evidente la diferencia que está marcando el brazo mioeléctrico en la confianza y capacidad de independencia de su hija.
"Cuando recibió su nuevo brazo, llegó a casa de la escuela y me contó, con mucha emoción, que pudo levantar la mano en clase para responder una pregunta por primera vez", dijo Eileen. "Todavía no sabía controlar totalmente todos los dedos, pero levantar la mano significaba mucho para ella. Es difícil expresar con palabras lo que uno siente como madre. Shriners Children's ha brindado un gran apoyo a nuestra familia y Rosie ha aprendido que cualquier cosa que ella pueda soñar, ellos pueden volverla realidad. Están dispuestos a fabricar dispositivos que nunca antes habían hecho, con el fin de mejorar su calidad de vida".
En los últimos meses, Rosie ha logrado enormes avances con su brazo mioeléctrico. Lo utiliza para preparar sus comidas favoritas, descubrir nuevas poses divertidas que hacer y mostrárselo con orgullo a sus amigos y familiares. De hecho, Eileen dijo que el brazo ha resultado un muy buen tema para iniciar una conversación.
"Si estamos en una tienda y alguien mira fijamente a Rosie, no nos acobardamos, nos acercamos y conversamos con la persona", dijo Eileen. Esto ayuda a la gente a comprender mejor a niños como Rosie, a darse cuenta de que tienen más similitudes que diferencias. No hay que avergonzarse de las diferencias. ¡Hay que permitirles brillar!".