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La historia de Jack

Los padres que deben luchar contra el diagnóstico de labio leporino de su hijo reciben seguridad y experiencia en el Hospital Shriners para Niños Boston.

Cuando Patty visitó a su médico para hacerse la ecografía de las 20 semanas, no tenía forma de anticipar las preocupantes noticias que recibiría ese día.

Estaba embarazada de su primer bebé y hasta ese momento todo había ido bien. Ella y su esposo Clay estaban ansiosos por conocer a su hijo en unos pocos meses.

La emoción se convirtió en devastación cuando su médico le dio una noticia difícil. El médico les comentó que su bebé Jack tenía labio leporino y posiblemente el paladar hendido. Patty salió del consultorio con un folleto sobre labio leporino y paladar hendido y más preguntas que respuestas. De vuelta en casa, Patty y Clay tenían miedo por la falta de información. Muchos padres que enfrentan un diagnóstico de labio leporino tienen los mismos miedos. “¿Es algo que hice? ¿Estará bien mi hijo? ¿Cómo va a cambiar esto su vida?”.

Cuando la familia fue referida a el equipo especializado en anomalías craneofaciales y en labio leporino del Hospital Shriners para Niños Boston, finalmente recibieron respuestas y tranquilidad. Patty recuerda sentirse muy ansiosa antes de reunirse con Eric Liao, M.D., Ph.D. En aquel entonces, Eric era el director del equipo especializado en paladar hendido y revisó los resultados de una resonancia magnética fetal. La prueba mostraría si el paladar de Jack estaba afectado y cuán extenso iba a ser su labio leporino. Sandy Barrett, encargada del equipo de gestión del cuidado de paladar hendido, estaba esperando a Patty y Clay cuando llegaron a la clínica. Apenas podía contener su emoción. El paladar no se vio afectado en absoluto, lo que hizo que el tratamiento de Jack fuera menos complicado de lo que podría haber sido.

El Dr. Liao se sentó con los futuros padres y les explicó lo que deberían esperar después del nacimiento de Jack, así como también cuándo y cuál sería la cirugía. Los padres sintieron increíblemente aliviados y seguros de que Jack estaba en las mejores manos posibles.

En junio del año pasado, cuando Jack se sometió a una cirugía para reparar su labio leporino, todo el personal de Hospital Shriners para Niños Boston, desde la recepción hasta la recuperación, las enfermeras y los especialistas en alimentación, brindaron una gran ayuda para la familia. “Nos sentimos muy bendecidos de ser atendidos por un personal realmente capacitado. Si teníamos preguntas al momento de volver a casa luego de la cirugía de Jack, podía llamar a cualquier hora, de día o de noche, y obtener las respuestas que necesitaba”, comentó Patty.

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Conoce a Jack

Este bebé está feliz y sonríe en cada paso en su lucha con el labio leporino.

Jack antes de la cirugía en su silla hinchable.

Jack sonriendo en su cama del hospital. (Pre-cirugía)

Jack conduciendo su coche de juguete luego de haber finalizado su cirugía.

Próximos pasos

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