Hermanas con escoliosis recomiendan los exámenes de detección

Samantha y Halie, ambas con escoliosis, asisten al Hospital Shriners para Niños Lexington desde hace una década. La escoliosis viene de familia y, gracias a la detección e intervención tempranas, las hermanas pueden vivir vidas plenas y activas.

Fue una emocionante coincidencia que pudieran celebrar su “graduación” de atención en Shriners Children's durante el Mes Nacional de Concientización sobre la Escoliosis, que se celebra cada junio.

La escoliosis es una afección en la que la columna vertebral se curva en forma de C o S. En los EE. UU., entre el 2 % y el 5 % de los niños desarrollarán escoliosis, y el diagnóstico de la afección es relativamente simple.

Halie descubrió que tenía escoliosis cuando tenía 9 años y Samantha, cuando tenía 13. Su padre también tenía escoliosis, por lo que su abuela, Margaret, había estado observando de cerca la columna vertebral de las niñas a medida que crecían.

Margaret, quien ayudó a criar a Samantha y Halie, se enteró de Shriners Children's por algunos Shriners que frecuentaban el restaurante donde ella trabajaba. Los mismos Shriners incluso ayudaron con el transporte al hospital para el cuidado de las niñas, ya que viven a varias horas de distancia.

Tratamiento de la escoliosis

Ambas niñas eran pacientes de Vishwas Talwalkar, M.D., cirujano ortopedista pediátrico del Hospital Shriners para Niños Lexington.

La curvatura de la columna vertebral de Halie era más extrema que la de su hermana, por lo que necesitaba someterse a un tratamiento de tracción con halo. La tracción con halo es generalmente un primer paso para corregir la escoliosis y otras malformaciones de la columna vertebral. El halo es un dispositivo en forma de anillo que se coloca en el cráneo del niño usando varias clavijas. Se lo mantiene erguido mediante un sistema de poleas conectado a la cama, la silla de ruedas o el andador. La cabeza del niño se levanta hacia arriba para alargar la columna y estirar el tejido blando que la rodea.

Los niños permanecen en el hospital todo el tiempo que están en tracción, generalmente de tres a ocho semanas. Halie pasó varias semanas hospitalizada en la antigua ubicación del Hospital Shriners para Niños Lexington en Richmond Road, y dijo que tiene buenos recuerdos del amoroso personal que la mantuvo ocupada y cómoda durante todo el proceso.

Eventualmente, Halie y Samantha tuvieron cada una intervención quirúrgica de fusión espinal para corregir permanentemente sus curvaturas y estabilizar sus espinas. Halie dijo que el proceso de cirugía y recuperación fue más fácil de lo que esperaba. Pudo regresar a la escuela y permanecer activa en las porristas y otras actividades que amaba.

Apoyo familiar

La escoliosis nunca impidió que las hermanas, que son muy unidas, hicieran aquello que amaban cuando eran niñas, y aún no lo hace. En estos días, las niñas trabajan como asistentes dentales en consultorios de ortodoncia y comparten un apartamento. A Halie le encanta nadar, caminar, acampar y pescar, mientras que Samantha prefiere relajarse y ver películas de miedo.

Halie dijo que tener una hermana que entendía por lo que estaba pasando “hizo todo el proceso más fácil”. Samantha dijo que primero vio a su hermana pequeña pasar por el proceso, así que vio lo que implicaba y eso la hizo sentir más segura.

“Shriners Children's es un lugar maravilloso en general”, comentó Samantha.

Su hermana estuvo de acuerdo. “Recomendaría Shriners Children's literalmente a cualquiera”, agregó Halie.

Para Margaret, contar con el Dr. Talwalkar y miembros del personal dedicados en cada paso del camino fue fundamental. “La gente, los enfermeros y los médicos significaban el mundo para nosotros”, explicó. “Hicieron todo lo posible para asegurarse de que estuvieran cómodas y cuidadas”.

Las niñas dijeron que su último viaje hacia el Hospital Shriners para Niños Lexington fue agridulce. “No extrañaremos los viajes de tres horas”, bromeó Samantha. “Pero saber que no volveremos me entristece”, agregó Halie.