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El proceso de recuperación de Katherine y su decisión de retribuir

En septiembre de 2019, a fines del verano, Katherine disfrutaba una tarde con amigos. Después de la escuela había asistido a su práctica y estaba por ir a cenar. Este día común y corriente cambió por completo cuando Katherine y tres de sus compañeros sufrieron un gravísimo accidente de auto. Katherine quedó inconsciente del lado del pasajero, oculta por el airbag desplegado. Cuando comenzó a recobrar la conciencia, se dio cuenta de que el auto se estaba incendiando. “Con mucho esfuerzo me desabroché el cinturón de seguridad y abrí la puerta de una patada para salir”, recordó Katherine. En ese momento, alguien llegó al lugar, la levantó del piso y la alejó del vehículo en llamas.

Katherine, que hoy está en el último año de la escuela secundaria, jugará fútbol en la primera división de Northeastern University, con la que se había comprometido en el verano anterior al segundo año. A Katherine le encantan todos los deportes, pero asegura que el fútbol es su pasión. El año pasado, el equipo de su club ganó el campeonato nacional para su liga. También juega básquetbol y lacrosse, y le gustan el canto y las artes visuales.

Hace un año, sin embargo, Katherine no sabía si algún día podría volver al campo de juego. Después del accidente, la llevaron al Lawrence General Hospital, pero luego se decidió su traslado al Hospital Shriners de Boston, donde quedó hospitalizada durante un mes. “Podría haber sido mucho más tiempo, sin dudas. Tuve suerte de contar con todos esos recursos. Sin (el Hospital) Shriners, no habría progresado tanto en solo un año”, sostuvo Katherine. “Apenas unas horas después del accidente, el Dr. Sheridan me hizo una fasciotomía de urgencia para aliviar la presión en mi pierna. Me dijeron que sin esa cirugía corría el riesgo de necesitar una amputación de la rodilla para abajo. Ahora volví a practicar deportes y a hacer todo lo que me encanta. Es increíble”.

Cada tantos meses, Katherine regresa al Hospital Shriners de Boston para continuar su seguimiento médico o hacerse alguna cirugía. Describe a Robert L. Sheridan, M.D., como “mi héroe” y a Debbie, enfermera de la unidad de pacientes hospitalizados, como “mi pilar”. “Incluso cuando no era mi enfermera”, contó Katherine, “Debbie venía siempre a mi cuarto y me hacía sentir mejor. Es todo lo que me gustaría ser en la vida, y más”.

Además, Katherine aseguró que contar con los enfermeros Rich, Kara y Jackie era como disfrutar “un espectáculo de stand-up en vivo desde la cama del hospital”. “Otra persona muy importante para mí”, agregó, “fue la especialista en la primera infancia, Brooke. Siempre fue muy sincera conmigo. Me decía que los días malos eran horribles y los días buenos eran fabulosos. Era justo lo que necesitaba oír cuando estaba harta de tener que mostrarme optimista todo el tiempo”.

Courtney, la ergoterapeuta de Katherine, incluso fue a verla en su primer juego de fútbol después del accidente. “Courtney me hizo reaccionar”, dijo Katherine. “Toda su motivación me dio aún más fuerza. Me estimuló para que saliera del hospital y participara en la Spartan Race en Fenway”. Durante los primeros días en el hospital, Courtney comentó que quería que Katherine interviniera en la Spartan Race con el equipo de Shriners y apoyara a otros pacientes que competían. “No puedo creer que haya podido no solo ir a apoyar a mis amigos, sino también correr junto con ellos. Estas son todas las personas que me ayudaron a superar los días difíciles”. Katherine quedó tan conmovida por todo el apoyo que recibió en el Hospital Shriners que expresó: “Sabía que quería retribuirlos por todo lo que me habían dado”.

Katherine recibió el alta del Hospital Shriners de Boston apenas un mes después del accidente. “Sé que en la época de las fiestas se organizan muchas campañas de recaudación de fondos para los hospitales, pero quería hacer algo un poco diferente”, contó. Decidió recolectar artículos esenciales como cepillos de dientes y calcetines para los pacientes del Hospital Shriners de Boston durante la temporada de Acción de Gracias. Con ese fin, creó un evento de recaudación de fondos al que llamó “Thankful for Shriners” (“Agradecidos por Shriners”).

Katherine empezó por escribir cartas a sus maestros y compañeros de clase de la escuela, en las que contaba su historia y les pedía que contribuyeran con algún artículo pequeño. Esperaba poder reunir un par de cajas para donar al hospital, pero en poco tiempo se encontró con muchísimo más. “La verdad, nunca imaginé que llegaríamos a recolectar tanto. Pensé que llenaríamos algunas pocas cajas, pero lo que pasó fue que recibí la colaboración de personas que ni siquiera conocía, y que muchas otras difundieron el evento en las redes sociales. Empecé a acumular una caja detrás de otra”, contó. “Incluso una de las tiendas de regalos de la zona, Rose and Dove, decidió igualar las donaciones que llegaban al local”. Katherine hasta recuerda haber visto un artículo sobre su campaña en el periódico. “Todo superó mis expectativas. ¡No podía creerlo!”

“No podría haberle pedido más a mi comunidad... que me hayan apoyado como lo hicieron, que hayan difundido la campaña y se hayan unido para ayudarnos, a mí y a mi familia de Shriners... Fue muy conmovedor”, expresó.

Katherine tiene unas palabras para los pacientes que enfrentan el proceso de curación de una lesión por quemaduras: “Aunque les parezca que se les viene el mundo abajo, sepan que hay todo un sistema de apoyo a su disposición. Todos los Pacientes Embajadores de Shriners y todos los que pasaron por el hospital antes que ustedes estamos aquí para decirles que pueden superarlo. Puede que después su vida les parezca diferente, pero saldrán adelante”.

Hoy, un año después, Katherine toma clases de manera virtual, como tantos otros estudiantes este otoño. Y volvió a jugar fútbol para el equipo de su club, NEFC. La pandemia de COVID-19 obligó a hacer algunas modificaciones en la forma de jugar, pero siguen realizándose los partidos. Hasta ahora Katherine solo participó en algunos, pero contó que le gustó “poder hacer algunas jugadas”.

Además de jugar fútbol en Northeastern, Katherine planea estudiar enfermería. “Siempre quise hacer algo relacionado con la atención médica, pero no sabía bien qué elegir... hasta ahora. Mi experiencia en Shriners me llenó de gratitud y me inspiró para estudiar y ser enfermera especializada en quemaduras pediátricas. Mi meta es poder ayudar a los niños y darles el amor, el apoyo y la atención de primer nivel que yo recibí en Shriners en los momentos más difíciles de mi vida. Para mí sería un sueño hecho realidad”.

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