La atadura del cuerpo vertebral le permite a una paciente hacer volteretas hacia atrás

Baylee llegó al mundo de forma prematura a las 24 semanas como hermana melliza y con un peso de 1 libra. En su tercer día de vida, Baylee fue sometida a una cirugía de corazón abierto. Estuvo en  la unidad de cuidados intensivos neonatales durante 129 días. Después de meses con respirador, Baylee recibió el alta.

Sin embargo, sus problemas médicos no terminaron allí. Cuando tenía 3 años, fue diagnosticada con escoliosis y su pediatra la derivó a los Hospitales Shriners para Niños de Northern California. En los primeros años formativos de su vida, claramente la columna vertebral de Baylee estaba gravemente curvada, lo que le causaba un dolor traumático.

El estar años usando dispositivos ortopédicos y yesos afectaron la salud mental de Baylee. Maduró y empezó a ser más consciente de la sociedad que la rodeaba, lo que hizo que su autoestima disminuyera a medida que su dolor aumentaba.

La mamá de Baylee, Melissa, rechazó una intervención quirúrgica de fusión espinal porque el procedimiento atrofiaría su crecimiento y reduciría su flexibilidad de manera significativa. Además, la cuerda vocal de la niña fue paralizada por la intubación al nacer o durante la cirugía de corazón debido a su tamaño pequeño. La cirugía de fusión espinal tampoco ofrecía una gran garantía de resultados duraderos. La infinidad de problemas de salud de Baylee incluía una pobre respuesta a la anestesia y el funcionamiento de una sola cuerda vocal a causa de la intubación en cirugías anteriores. Estas condiciones hicieron que Baylee fuera una candidata de alto riesgo para someterse a dicho procedimiento.

Melissa, enfermera de preparto y parto, tomó las riendas y comenzó a buscar alternativas para su hija. Ella quería que Baylee tuviera una niñez normal y sin dolor, una niñez en la que pudiera hacer gimnasia y unirse a las Girl Scouts.

“La vida es una sola. Si quiere hacer gimnasia, quiero que pueda llevarlo a cabo”, aseguró Melissa.

La mamá de Baylee encontró un tratamiento llamado atadura del cuerpo vertebral (VBT), que es una alternativa menos invasiva que las fusiones vertebrales. The Tether™ es el primer producto aprobado por la FDA y comercialmente disponible que se usa específicamente para la atadura del cuerpo vertebral anterior, un procedimiento quirúrgico y una prometedora alternativa para ciertos pacientes con escoliosis que todavía están en crecimiento y necesitan cirugía.

No pasó mucho tiempo para que se programara una cirugía VBT para Baylee en otro hospital, pero su proveedor de seguro médico rechazó el procedimiento. Una vez más, Melissa buscó otra alternativa.

La mamá de Baylee localizó a Amer Samdani, M.D., pionero en VBT y jefe de cirugía de los Hospitales Shriners para Niños de Philadelphia, quien derivó a la niña a Rolando F. Roberto, M.D., cirujano ortopédico de columna vertebral del Hospital Shriners de Northern California. El Dr. Roberto le dijo a Melissa que la cirugía de Baylee sería menos invasiva y que el dirigiría el procedimiento desde el costado.

Pasaron poco más de seis meses desde la cirugía y Melissa informa que su hija está muy bien. Ya no necesita el corsé, no tiene dolor y tiene mucha confianza en sí misma. Y sobre todo, Baylee está orgullosa de sus cicatrices. Incluso está aprendiendo a hacer saltos mortales en su clase de gimnasia.

Cuando le preguntamos a Melissa qué le diría a otros padres en la misma situación, ella contestó con entusiasmo: “¡Lo haría de nuevo sin dudarlo un segundo!”. Cuando lo superaste, la sensación es maravillosa. Baylee es una niña feliz y, por fin, le quitamos la carga emocional”.