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La historia de GianLuca

Cuando tenía 18 meses, GianLuca pasaba tiempo con su abuelo, que acababa de preparar una taza de té. GianLuca vio el té, pensó que era agua e intentó agarrarlo. El líquido caliente le cayó en la cabeza, cara y hombros. Al principio, su familia no había notado la gravedad de las quemaduras porque GianLuca no parecía tener dolor. Solo para asegurarse, AnnaLisa, su madre, lo llevó al pediatra. El pediatra, que notó inmediatamente la gravedad de la lesión, derivó a la familia a una sala de emergencias de un hospital local. Allí enviaron a la familia al Hospital Shriners de Boston.

GianLuca viajó a Boston en ambulancia con su madre. Si bien para ella fue un viaje muy estresante, más tarde le contaría a su marido, Greg, que GianLuca disfrutó mucho de las sirenas y de la velocidad de la ambulancia que los llevaba al Hospital Shriners de Boston. Greg contó que tanto él como su esposa no sabían nada sobre Hospitales Shriners para Niños en ese momento. Rápidamente supieron muchas cosas y llegaron a apreciar el nivel de atención y comodidad que recibía su hijo. También descubrieron que tenían conexiones con la red Shriners, incluso el proveedor de atención médica primaria de Greg, que trabaja en el Hospital General de Massachusetts y es voluntario en el Hospital Shriners de Boston.

La semana siguiente a la lesión de GianLuca fue aterradora para su familia. GianLuca empezó a tener fiebre muy alta y una irritación en la piel que Greg describió como “roja como un tomate”. Los síntomas eran el resultado de una reacción tardía a una infección que GianLuca desarrolló por la quemadura. Lo atendieron en la clínica ambulatoria del Hospital Shriners de Boston y regresó a casa cubierto con vendajes. En ese momento, Greg y AnnaLisa tuvieron que esperar 48 horas para ver si su hijo necesitaría cirugía y se sintieron muy aliviados cuando los médicos la descartaron. En cambio, el equipo de atención supervisó de cerca a GianLuca. “Fue muy difícil para nosotros”, dijo Greg. GianLuca asistió una vez por semana durante un año aproximadamente y, luego, cada algunos meses para su seguimiento.

En un momento durante una cita, el médico de GianLuca tuvo que afeitarle un lado de la cabeza para controlar la cicatrización de las heridas. “Tenemos un primo en la familia que es barbero y fue un poco gracioso para nosotros ver cómo el médico le cortaba solo la mitad del cabello. Nos reímos mucho”, dijo Greg. La familia llamó a su primo y fueron a la barbería para que le terminara de cortar el cabello a GianLuca.

Greg describió al Hospital Shriners de Boston como un lugar acogedor y tranquilizador. Para el joven GianLuca las constantes visitas eran “divertidas”. Cuando la familia regresaba a la clínica ambulatoria, veían niños de todas las edades con quemaduras de diversa gravedad. Greg dijo: “Los pacientes siempre sonreían. La capacidad de recuperación de los niños es asombrosa”.

GianLuca, que ahora tiene 8 años, es un apasionado del fútbol y del fútbol americano. También ama el lacrosse y recientemente se probó para su primer equipo. Es un buen nadador que disfruta de la playa, pero prefiere practicar natación en una piscina.

Como GianLuca se curó, la familia quiso retribuir de alguna manera y ayudar a crear conciencia sobre el Hospital Shriners de Boston. Greg ahora es Aleppo Shriner, un camino que comenzó aproximadamente un mes después de que GianLuca se lesionara. Un compañero de trabajo que es Shriner ayudó a Greg en el proceso. La familia también recolecta anillas de latitas. Hay sitios de donación establecidos en la escuela y en el trabajo. “La gente que nos conoce se acerca y nos entrega bolsas llenas de anillas”, dijo Greg.

La familia también crea conciencia sobre la atención que recibió su hijo en el Hospital Shriners de Boston. Conociendo el impacto que tienen las redes sociales, Greg publica regularmente sobre la experiencia de su familia. Todos los años, en el Día Internacional de Concienciación de Shriners, Greg publica actualizaciones frecuentes. “A veces llamas la atención de alguien y quizás lo inspiras a apoyar al hospital”, dijo. Hace siete años que él publica y comparte y no tiene pensado dejar de hacerlo.

Greg contó que, a pesar de su corta edad, GianLuca recuerda su paso por el Hospital Shriners de Boston. Reconoce el logo de los Hospitales Shriners para Niños cuando lo ve y les dice a sus amigos que guarden sus anillas para el hospital. “Deseamos que GianLuca lleve su experiencia con él para siempre y continúe retribuyendo a los demás”, dijo Greg.

GianLuca con la cabeza envuelta en vendasGianLuca usando el fez de su padre


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