'Lo que suceda a continuación depende de ti': La historia de Maci
A los 16 años, Maci quedó atrapada en un incendio en su casa en plena noche.
La llevaron al Hospital General de Massachusetts vía MedFlight y desde allí al Hospital Shriners para Niños de Boston, donde permaneció un mes con tratamiento para quemaduras graves de segundoy tercer grado.
Maci ahora tiene 28 años, es dueña de un negocio y se enorgullece de ser mamá de un hijo de 3 años. “Si me hubieras preguntado hace 12 años dónde estaría ahora, todo esto me habría parecido imposible”, dijo. “Estoy agradecida por dónde estoy, adónde me ha llevado mi historia y por la persona en que Shriners Children’s me ha logrado convertir, con su cuidado y el gran apoyo que tuve cuando más lo necesitaba”.
Además de las quemaduras, Maci también sufrió en el incendio graves lesiones por inhalación de humo y tuvo que permanecer conectada a un respirador. Se sometió a múltiples cirugías de injerto de piel en la espalda tan pronto como el cuadro se estabilizó. Fue un momento abrumador y difícil para toda la familia de Maci, ya que tenían que acompañarla en su hospitalización y al mismo tiempo enfrentar la pérdida de su hogar y sus pertenencias. La atención integral y compasiva que recibió les dio esperanza y consuelo. “Los médicos me explicaron todo en profundidad y ayudaron a mi familia a tomar las mejores decisiones para mí”, dijo Maci. “Estuvieron conmigo en cada paso del camino”.
Aunque Maci siempre estará agradecida con todo el equipo de Boston, quiere agradecer en particular a su especialista en desarrollo infantil, Christen, por ayudarla a recuperarse del impacto psicológico de un evento tan traumático. Los especialistas en desarrollo infantil son parte integral del equipo de atención de un paciente y brindan apoyo psicosocial a través de interacciones y actividades apropiadas para cada edad. “Ella me impulsó a ser mejor y a continuar mi lucha, incluso en los días más difíciles”, dijo Maci. “Es la persona más comprensiva y amable que he conocido”.
Los especialistas en desarrollo infantil también apoyan a las familias de los pacientes, quienes también deben generar confianza y comprensión durante un momento de gran incertidumbre. Christen identificó recursos para que la familia pudiera reemplazar los artículos del hogar que habían perdido en el incendio. También consiguió donaciones de ropa, algo que Maci nunca olvidará. “Ella trajo toda la ropa a mi habitación, pero como aún no podía usarla, se puso a hacer un desfile de modas para mí”, recordó Maci. “Seguimos en contacto y seguimos hablando de ello 12 años después”.
Mi mayor consejo para otros sobrevivientes de quemaduras, sin importar en qué punto del camino estén, es simplemente seguir adelante.
Después de su estadía en el hospital, Maci visitó periódicamente el Hospital Shriners para Niños de Boston para seguimiento durante el año siguiente. Le colocaron prendas de compresión para facilitar la recuperación y prevenir las cicatrices. Maci también jugaba con los niños en la sala de espera de la clínica, ofreciendo apoyo y aliento a otros sobrevivientes de quemaduras. “Ayudar a niños que también pasaron por situaciones traumáticas y brindar felicidad a otros me ayudó en mi proceso de curación”, dijo Maci. “Fue una gran parte de mi experiencia”.
El día de la boda de Maci también fue crucial en su camino de recuperación: se casó exactamente siete años después del incendio que le causó las heridas. “Me casé el día del aniversario de mis quemaduras para poder recuperar ese día”, dijo. “Convertí el peor día de mi vida, en el mejor”.
La experiencia de Maci también la llevó a unirse a la Sociedad Phoenix para Sobrevivientes de Quemaduras y asistir al Congreso Mundial de Quemaduras organizado por tal Sociedad. Desde hace poco, Maci es también miembro de la red de expacientes de Shriners Children's, que conecta a expacientes de Shriners Children's con el sistema de atención médica y entre sí.
Compartir su historia y apoyar a otras personas de la comunidad de quemados siempre ha sido importante para Maci. “Mi mayor consejo para otros sobrevivientes de quemaduras, sin importar en qué punto del camino estén, es simplemente seguir adelante”, dijo. “Aunque parezca imposible, o te duela, o sientan que no pueden más, sigan adelante, porque del otro lado hay una luz. Tomen el control de la narrativa, no dejen que la experiencia traumática defina sus historias. Que sea un capítulo; lo que suceda después depende de ti”.