El pie cavo (pie con arco alto), una afección que hace que uno o ambos pies tengan arcos muy altos, puede hacer que caminar, correr o disfrutar de las actividades diarias resulte incómodo. Cuando una persona tiene esta afección, el arco alto del pie no se aplana con la carga de peso.
Algunos niños con arcos muy altos ejercen una presión adicional tanto en la bola como en el talón del pie, lo que provoca dolor y esguinces frecuentes de tobillo. Para otros, el pie cavo causa malformaciones graves en los pies, lo que los lleva a caminar sobre la parte externa de los pies.
El pie cavo se ve diferente en cada niño, pero nuestros especialistas en ortopedia siempre están listos para crear un plan de tratamiento que sea el más adecuado para su familia. Para comenzar, realizamos un examen físico cuidadoso y tomamos radiografías, si es necesario, para determinar qué tan grave es la afección del niño. A veces, realizamos una resonancia magnética (una prueba de imagen no invasiva) de la columna vertebral para averiguar si su hijo tiene o no una afección subyacente que causa la deformidad del pie.
Los tratamientos y servicios específicos pueden variar según el centro de atención. Comuníquese con un centro de atención específico para obtener más información.
La gravedad de los arcos altos del pie puede variar. Puede ubicarse en el antepié, mediopié, retropié o una combinación de las tres áreas. Algunos niños tienen síntomas extremos, mientras que otros no. A continuación, obtenga más información sobre lo que su hijo podría experimentar:
Muchos casos de pie cavo se producen a causa de un trastorno neurológico subyacente, como enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, parálisis cerebral o espina bífida; para todos los cuales brindan tratamiento los especialistas del Hospital Shriners para Niños. A veces, sin embargo, el pie cavo es simplemente una anomalía hereditaria.
Una vez que a su hijo se le diagnostica pie cavo, un médico del Hospital Shriners para Niños trabajará con usted para decidir cuál es el mejor camino a seguir. A continuación, lea sobre algunas de las opciones que podría analizar:
Para algunos niños con pie cavo, los síntomas como tensión en los músculos de la pantorrilla y debilidad en los músculos de la parte inferior de la pierna y del pie dificultan su capacidad de pararse y caminar. Trabajar con un equipo de fisioterapeutas puede ayudar a su hijo a estirar y fortalecer los músculos.
Si el pie cavo hace que su hijo se caiga con frecuencia o tenga dificultades para caminar, unas plantillas especiales para zapatos o aparatos ortopédicos pueden ayudar a estabilizar los pies y los tobillos.
A veces, los niños con pie cavo severo necesitan cirugía para mejorar la posición de los huesos del pie y reparar el arco alto que causa síntomas dolorosos. Si la deformidad del pie de su hijo es grave, puede confiar en que nuestro equipo ortopédico le brindará las mejores opciones posibles para la cirugía.
